Los sindicatos agrarios (Unións Agrarias, Xóvenes Agricultores y Sindicato Labrego Galego) llamaron ayer al sector «desobediencia civil» si el Gobierno central no accede a retrasar la aplicación de los contratos lácteos obligatorios -previsto para el próximo miércoles-hasta el momento en que ganaderos e industria puedan negociar «en pie de igualdad».En una rueda de prensa de los tres secretarios xerais con el líder de Anova y candidato en las elecciones por Alternativa Galega de Esquerda, Xosé Manuel Beiras, coincidieron en criticar que se obligue a los productores a firmar esos contratos previos si no se garantiza que se cubren los costes de producción.
El responsable de UUAA, Roberto García, advirtió de que los productores gallegos «siguen cobrando el precio más bajo de la UE», unos 28 céntimos por cada litro. Ahora, según alertó, la industria contará con un nuevo instrumento para «obligar a entregar la leche por debajo de los costes de producción». Por ello, si no se retrasa la fecha de entrada en vigor de los contratos llama a la «desobediencia civil».
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