Además de muertes, el cánido está provocando estrés a las reses, lo que afecta a la calidad de su leche
Los ataques de los lobos se han convertido en la principal preocupación de los ganaderos de la comarca oriental durante estos últimos meses. Tal está siendo la incidencia del cánido en los distintos rebaños que podría afectar a la producción de dos de los manjares autóctonos del ala Este de Asturias y que son conocidos y apreciados en todo el país: el queso Cabrales y el Gamonéu.
La voz de alarma la han dado esta misma semana desde los distintos consejos reguladores de estos dos referentes gastronómicos. Según explica Gerardo Niembro, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Gamonéu, «el lobo nos está atacando a las ovejas y a las cabras en la parte baja de los montes. Este año ha sido subir los animales y empezar los daños». Niembro indica que, además de las reses que están perdiendo los productores por la acción del cánido en lugares como la Peña Hibeu o el puerto de Cuana, el estrés que produce la presencia del depredador al ganado que se encuentra en el monte «hace que luego den menos leche y encima ésta viene con más glucosa y ya no es lo mismo».
El presidente del Consejo Regulador del Gamonéu señala que, más que a la cantidad, lo que se podría ver afectado por esta situación es la calidad del producto debido al estrés que provoca la presencia del lobo en ovejas y cabras. De hecho apunta que la variedad que se hace con tres leches será seguramente en la que más se note. «Las vacas las tenemos estabuladas en la cuadra y están tranquilas, pero las ovejas y las cabras están en el puerto y allí no están protegidas», apunta. Niembro reclama a la Administración que «lo importante es poner interés si se quiere solucionar este problema. No hay que exterminar al lobo, pero sí reducir su población».
Otro problema añadido a la incidencia del lobo que se están encontrando los productores de Gamonéu es el mal tiempo que ha hecho en las últimas semanas. Según afirma Niembro, «las ovejas y las cabras necesitan calor. Si no lo hay producen menos leche».
Sin salir a pastar
La situación no es tan alarmante en lo que se refiere al queso Cabrales, aunque los elaboradores también están preocupados por la incidencia que está teniendo el cánido en este año. «La producción de Cabrales se va a mantener», asegura José Bada, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Queso Cabrales. Eso sí, también alerta de que «el lobo nos está afectando porque nos está obligando a tener los animales estabulados».
Bada se muestra preocupado porque unos de los requisitos para que el queso Cabrales que elaboran los productores lleve la etiqueta que entrega el Consejo Regulador es que las reses «se tienen que alimentar de los pastos del monte y ahora mismo los tenemos en la cuadra. Por el momento les damos hierba cortada pero si esta situación se prolonga mucho no sé hasta donde vamos a llegar».
Bada también indica que, al estar estabuladas, las vacas están dando menos cantidad de leche que si estuvieran pastando al aire libre. Por otro lado apunta a que este año esperan que se reduzcan las ventas de este tipo de queso como consecuencia de la crisis económica.
Queso de Los Beyos
A lo que no le está afectando los ataques de los lobos es a la producción de Queso de Los Beyos. La explicación es sencilla. Según apunta Marino González, presidente de la Asociación de Elaboradores, «el lobo no nos afecta porque tenemos los animales estabulados. Además mucha de la leche que se utiliza para elaborar este queso se compra». González recuerda que «hace años sí que sufríamos los ataques de los lobos. Este es un problema terrorífico que está acabando con los pueblos en los que los paisanos se dedicaban a la cría de cabras y ovejas».
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