Representantes de Usaga protestaron ayer ante la Consejería de Agroganadería tras no ser recibidos por ningún representante regional 
La situación de la ganadería asturiana, en especial la de leche, está atravesando una situación crítica debido a la diferencia existente entre lo que les cuesta a los profesionales del campo producir un litro de leche y el precio que perciben por él por parte de la industria. Tal es la situación de pérdidas que varias organizaciones del norte de España se están planteando seriamente comenzar a finales de este mes con una paralización de las recogidas de leche en Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, País Vasco y Cataluña.
El objetivo de esta medida es poner el foco de la opinión pública y de las administraciones en la situación que están viviendo, ya que buena parte de estos profesionales aseguran que las medidas puestas en marcha por el Estado, caso del contrato lácteo, no están teniendo un efecto favorable en el sector.
En el caso de Asturias es la Unión de Sectoriales Agrarias de Asturias (Usaga) quien tiene previsto coordinar estas paralizaciones de las recogidas de leche. Para ello prevé reunirse en próximas fechas con distintas cooperativas y organizaciones de ámbito ganadero de la región para que participe en estas acciones la mayor cantidad posibles de productores lácteos.
Por el momento, ayer, miembros de Usaga dieron el primer paso de estas movilizaciones vertieron varios litros de leche junto a la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos después de que ningún representante del Gobierno regional quisiera atender al grupo de ganaderos allí reunidos, según aseguró Javier López Gayo, coordinador de esta organización.
López Gayo indicó que lo que buscan estos ganaderos es que los productores lácteos puedan sentarse a negociar «en condiciones de igualdad» con los representantes de la industria y la distribución, para poder así marcar un precio de referencia de la leche que contemple el incremento de los costes de producción y que permita a muchas explotaciones no tener que vender a pérdidas, como está sucediendo en la actualidad.
López Gayo afirma que los representantes del campo en la Interprofesional Láctea y en las cámaras agrarias «están puestos por los partidos políticos y hace tiempo que los productores no nos vemos representados por ellos». Por este motivo, entre otras cuestiones, considera que el contrato lácteo no ha tenido el efecto anunciado, ya que el precio que toma como referencia -en torno a los 0’30 euros el litro- no prevé el aumento de los costes de producción que hace tiempo que superaron esa cifra.
«No es un beneficio»
Además, apunta que el contrato incluye una serie de penalizaciones para los ganaderos, como puede ser que tengan que indemnizar a la industria en caso de que no alcancen a entregar la cantidad de leche acordada. Por estas cuestiones el coordinador de Usaga considera que este acuerdo, que tiene el visto bueno del Ministerio de Agricultura, «no es un beneficio para los productores».
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