Los trabajadores creen que hoy la empresa solicitará en el Juzgado Mercantil que desaparezca la sociedad anónima
La liquidación de Alimentos Lácteos llevará aparejado un ERE de extinción de los 80 contratos, según señalaron ayer fuentes del comité de empresa de la industria láctea, inactiva desde el mes de marzo. Los trabajadores celebraron ayer una asamblea en la que valoraron la situación que se generará con la solicitud por parte de la empresa de que se abra esta fase, dentro del concurso de acreedores. Creen que posiblemente se presentará la petición esta mañana en el Juzgado Mercantil.
Las esperanzas de una solución para la planta de Outeiro de Rei quedaron definitivamente frustradas cuando Pascual, la propietaria de la industria, solicitó a Alimentos Lácteos que dejara libre la fábrica. Este paso supuso que la sociedad anónima de base cooperativa, con un pasivo que ronda los 20 millones de euros, se quedase sin base física para poder continuar con la actividad. Una sociedad vinculada a la familia Pascual alquiló, con opción de compra, hace tres años a las cooperativas la planta para poder funcionar. La deuda por el arrendamiento de las instalaciones figura en el concurso de acreedores y es una de las más voluminosas.
Sin explicaciones
El comité de empresa demanda explicaciones sobre «os intentos que se puideron ter dados dende a empresa para conseguir un convenio dentro do concurso e, do mesmo xeito, carece da explicación última que lles levou a tomar a solución final».
Los representantes de los trabajadores sospechan que Pascual y Alimentos Lácteos realizaron una maniobra conjunta para «expulsar das instalacións da factoría de Outeiro de Rei á actual empresa», lo que, según señalan «terá moito que ver coa precipitación de acontecementos».
Dentro de los pasos que lleva aparejado el concurso de acreedores está pendiente de su calificación. Es decir, determinar si la quiebra de Alimentos Lácteos fue fortuita o culpable.
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