La crisis tiene razones que la razón no entiende y pone el mundo al revés.
Los ganaderos lecheros se enfrentan hoy a una ecuación insostenible: un kilo de pienso cuesta un diez por ciento más que un litro de leche. ¿Cómo puede ser posible semejante disparate? Pues lo es, las cosas están así. O peor, incluso.
Los piensos han subido desde abril un doce por ciento, la alfalfa arrastra subidas cercanas al treinta por ciento, mientras que el precio de la leche ha caído en España desde diciembre en torno al seis por ciento. Si los piensos suben cada día un poco más, y la leche vale cada día un poco menos, el sector lechero español está al borde de la quiebra.
Según las estimaciones de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos la situación es especialmente grave en regiones como Galicia y las Baleares, donde los precios fueron aún más bajos. y sobre todo en Castilla y León donde casi el 95 por ciento de los ganaderos de vacuno de leche han tenido que abandonar el sector por la falta de rentabilidad.
A todo esto, se añade el agravio comparativo. El precio de la leche que se paga a los ganaderos españoles es el más bajo de toda la Unión Europea, una situación especialmente sangrante teniendo en cuenta que España importa casi el 40% de sus necesidades de consumo interno de leche.
Para la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, los culpables de esta situación se encuentran en la industria y en los distribuidores de los productos ganaderos. Es necesario poner en marcha medidas para que el ganadero sepa lo que va a cobrar por la leche y el gobierno ha de tener una verdadera voluntad política para que se pueda aportar al sector estabilidad y viabilidad de manera definitiva.
Ya no es posible poner como ejemplo la fábula de aquella lechera, que con la leche que llevaba en el cántaro pensaba ganar dinero para comprar otra vaca y aumentar así el negocio. Tal y como están de bajos los precios de la leche, lo más grave para la protagonista de la fábula, ya no es que se le derrame la leche, sino que se le rompa el cántaro.
Un kilo de pienso vale más que un litro de leche. Increíble, pero cierto. Poco futuro tiene hoy la lechera de la fabula. Así no hay forma de que le salgan las cuentas.
Por Luis del Olmo
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