Las estrategias de venta a pérdidas y el aumento de los costes de producción endurecen la crisis y asfixian al mercado nacionalEl Consejo de Ministros aprobó ayer el conocido como «paquete lácteo», en forma de real decreto que fija como medidas reguladoras un contrato obligatorio entre las industrias y los productores en las transacciones llevadas a cabo en el sector.
Con este acuerdo se quiere garantizar que la venta de leche cruda este prefijada en un contrato escrito en el que se indique el volumen contratado y el precio a pagar. En los contratos en los que el vendedor sea el propio ganadero se exigirá una duración mínima de un año, informa Ep.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha destacado la «importancia» de las medidas adoptadas, con el que «se busca un mayor equilibrio entre productores y distribuidores en en el mercado lácteo». En los últimos años el sector viene sufriendo un situación afixiante a consecuencia del aumento de los costes de producción (cereales y materias primas) de hasta un 30% en este último año.
22.000 explotaciones lácteas «angustiadas»
Además, la gran amenaza para el futuro del sector lácteo tiene nombre propio: la fijación de precios. El malestar de los ganaderos, en mayor medida, se debe a la estrategia indebida de venta a pérdidas que practican la distribución, en especial los grandes hipermercados, según denuncian las organizaciones agrarias, así como la práctica de utilizar un alimento básico como es la leche como producto reclamo y venderla casi a precio de coste. Asimismo, según afirma la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), el precio que se le paga en origen al ganadero, sobre los 28 céntimos el litro, está muy por debajo del precio medio necesario para alcanzar un beneficio neto, que sería de 41 céntimos.
Esta situación ha derivado en el cierre de numerosas explotaciones lácteas, pasando de 145.000 a 22.000 en las últimas dos décadas.
Sector clave y estratégico
El ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, presidirá hoy la firma del protocolo de colaboración entre los representantes del sector lácteo con el fin de mejorar la eficiencia en la cadena de valor y comercialización de sus productos. El acuerdo será suscrito por la pequeña y la gran distribución, la industria y algunas organizaciones, como Asaja y las Cooperativas Agroalimentarias.
Con ello se persigue el objetivo de equilibrar la balanza, hasta ahora muy descompensada, en los precios y por tanto en los beneficios de este sector. Ahora, el contrato lácteo permitirá a los productores negociar de manera colectiva los precios en la cadena de valor, lo que debe ser un primer paso importante para relanzar un sector «clave y estratégico», tal y como señaló hace unos días el propio ministro Arias Cañete.
UPA y COAG se tirán del barco
Las organizaciones agrarias UPA y COAG han declarado que no apoyarán y por tanto no firmarán el acuerdo de colaboración elaborado por el Ministerio de Agricultura. Miguel Blanco, secretario general de COAG, ha afirmado que «no cree que un acuerdo voluntario tenga un efecto positivo, cuando hay un desequilibrio en la cadena alimentaria a favor de la industria y la distribución frente a los ganaderos».
Y añade que no firmará el acuerdo «porque el ministerio no ha aceptado ninguna propuesta de esta y otras organizaciones para que se introduzcan obligaciones a los operadores que garanticen la seguridad de los ganaderos. Por su parte, UPA ha señalado que no apoyará tal medida si no se da prioridad a la comercialización de leche regional y nacional, segun Efe.
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