Los ganaderos venden vacas para reducir las entregas y no pasarse del cupo que tienen asignado, lo que quita viabilidad a sus explotaciones.
Los ganaderos barbanzanos tienen miedo a ser multados por rebasar la cuota láctea que tienen asignada. Este temor a que a finales de la presente campaña -31 de marzo de 2015- haya que hacer frente a la llamada supertasa está provocando un efecto inmediato sobre las granjas de la zona que, directamente, han optado por reducir su producción e intentar ajustarla lo máximo posible a los cupos concedidos. De hecho, durante el último mes, se calcula que las entregas de materia prima han caído en el entorno del 7%, lo que en términos absolutos supone dejar de producir algo más 15.000 litros de leche diarios.
Entre las medidas que los productores están poniendo en macha se encuentra la reducción de la cabaña y la modificación de la ración para no exprimir tanto el potencial productor de los animales. «Vendemos algúns exemplares con algún defecto menor nas ubres e, sobre todo, reducimos os quilos de pienso que lle dabamos. Pouco importa producir moito se ao final tes que pagar a supertaxa», apunta un ganadero barbanzano en alusión a los 28,73 céntimos con los que Bruselas sanciona cada kilo que las granjas se pasen de la cuota láctea que tienen asignada.
Detrás de la reducción de la producción también se encuentra otro factor no menos importante, como es el de la bajada de los precios que se pagan a los ganaderos. En junio, último período liquidado hasta el momento por la industria, la cotización de la leche volvió a caer por quinto mes consecutivo hasta situarse en 33 céntimos por litro, cifra similar a la que los granjeros barbanzanos cobraban en el 2007. Paradójicamente en este mismo período, los costes de producción se han disparado por encima del 50% poniendo en serio peligro la viabilidad de muchas explotaciones. Habrá que ver qué sucede en el futuro inmediato, pero los augurios no son buenos.
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