La planta vilagarciana se centrará en productos de nueva generación
Es la primera buena noticia en muchos años en Vilagarcía. Por eso el convenio entre el Concello y la dirección de Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa) para la ampliación de la planta de Larsa se firmó en el salón noble de la casa consistorial, en un acto presidido por el alcalde, Tomás Fole, el consejero delegado de la firma láctea, Pedro Astals, y el director de la planta de Vilagarcía, Pablo Pascual.
El regidor no disimuló su satisfacción por poder ofrecer a la población un proyecto empresarial en positivo, después de un rosario continuo de cierres de empresas con la sombra de Cuca todavía planeando. Por eso no le dolieron prendas a la hora de admitir que «es un momento de crisis que Vilagarcía sufre de forma más acusada con el desmantelamiento de su tejido empresarial», y por eso también reconoció que, en cuanto la administración local recibió el proyecto de Larsa, se puso a trabajar de inmediato «para agilizar los trámites, porque las administraciones tenemos que ayudar en la medida de lo posible. Larsa necesita una modificación urbanística y hay que hacerlo cuanto antes».
Así que ayer, nada más levantarse de la reunión de la gerencia de Urbanismo en la que se cerraron las bases del acuerdo, el alcalde y el consejero delegado de la veterana firma láctea firmaron el convenio que permitirá a la empresa empezar cuanto antes las obras de ampliación de la fábrica, que ganará 9.000 metros más para modernizarse y dar cabida a su nueva línea de negocio.
Como explicó Pedro Astals, «no hemos buscado otra ubicación porque nunca tuvimos otro compromiso que el de mantenernos aquí. En este caso, el Consejo de Administración primó la estabilidad por encima de la rentabilidad».
Inicio de las obras
Desde su renovada planta de Vilagarcía, Larsa aspira a conquistar el mercado exterior, al que llevará productos de nueva generación, como los derivados lácteos para la industria alimentaria, una nueva línea que suma a los clásicos yogures y quesos que le han dado fama.
Las obras empezarán en breve, aunque ya se está trabajando en el nuevo proyecto. «No podemos esperar -admitió Astals-. Necesitamos reordenar la parcela para dar acogida a otras actividades e incorporar productos de nueva generación también para el mercado exterior. Tenemos que ser altamente eficientes y competitivos, además de cumplir los requisitos en seguridad alimentaria».
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