No ha empezado nada bien el año para los trabajadores de Lauki, la marca perteneciente al grupo francés Lactalis que tiene su fábrica en la avenida de Santander. Los trabajadores recibieron a principios de este año la noticia de que la producción de leche se iba a reducir en torno al 25 por ciento. Es decir, de los cerca de 98 millones de litros que se produjeron el año pasado se pasará a unos 73 en el presente ejercicio.
No obstante, del mal, el menos, ya que desde la Dirección de Valladolid se comunicó a la plantilla que este cambio no implicará una reducción del número de trabajadores, que en la actualidad ronda los 80. Sin embargo, fuentes sindicales reconocieron a este periódico no tenerlas todas consigo, puesto que es el mismo mensaje que se transmitió hace pocos años, y después sí que llegaron a producirse bajas.
Se da la circunstancia de que la plantilla mantenía la esperanza hasta hace poco tiempo de incrementar la carga de trabajo en Valladolid después de que Lactalis anunciase el cierre de la fábrica de Puleva en Alcalá de Guadaira (Sevilla) a mediados de enero. Precisamente ayer salió a relucir el nombre de Valladolid en las protestas de los empleados de la capital hispalense, quienes piden al consejero de Economía de la Junta de Andalucía, José Sánchez Maldonado, que «agote todos los cartuchos» en una reunión que mantendrá hoy con la empresa. Según los sindicatos sevillanos, la Junta de Castilla yLeón «amenazó» en su día a Lactalis con «no vender ni una gota de leche» de esta marca si cerraba en Valladolid, según informa Europa Press. «¿Por qué el Parlamento andaluz no puede hacer lo mismo?», se preguntó ayer el presidente del Comité de Empresa, Guillermo Díaz. El sindicalista se refiere a la presión que se mostró dispuesta a ejercer la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, sobre supermercados El Árbol para que dejaran de comprar esa leche si Lauki llegara a cerrar.
Pero al final este cierre no repercutirá en Valladolid, dado que toda la producción y trabajadores se trasladarán a Granada.
Lo cierto es que los temores de la plantilla ante una posible repercusión en el empleo de esta bajada de producción están avalados por un progresivo descenso de actividad y puestos de trabajo en Valladolid. Sin ir más lejos, Lauki llegó a tener unos 180 empleados en 2009, por los cerca de 80 que tienen ahora.
Este reajuste tendrá lugar en la producción de leche brik, que es la que representa el grueso de la actividad en Valladolid. Lauki también trabaja la leche fresca en la fábrica de la avenida de Santander, pero en menor medida.
Hace poco más de un año se especuló con un posible cierre de la fábrica de Valladolid, hasta el punto de que Clemente, llegó a acusar de «oscurantismo» a Lactalis y de ser la fábrica «que peor paga» a los productores regionales. Clemente incluso llegó a dirigirse por carta al director de la compañía para pedir que aclarase el futuro de la planta de Valladolid.
Finalmente las negociaciones llegaron a buen puerto, después de intensas movilizaciones de los trabajadores, y la propia Clemente anunció en octubre de 2012 que Lactalis había decidido mantener abierta la planta de Valladolid.
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