El país heleno -en el que un litro de leche cuesta 1,5€- se pone a la altura de Venezuela y proporcionará comida en las escuelas. 
Por muchas razones 2012 es un año horribilis para Grecia. Lo fue desde el principio, cuando organismos internacionales y empresas auditoras le auguraban un panorama sombrío. Una de las auditoras, Ernst & Young, aseguró a mitad de año que los salarios bajarían un 23% en el país heleno, es decir, pasarían de 17.024 a 13.167 euros. Un duro golpe a la maltrecha economía griega.
Con la disminución de salarios es casi imposible que no baje el consumo, algo que resulta más grave cuando se trata de alimentos de primera necesidad como frutas o lácteos, cuyos precios en Grecia son los más altos de Europa.
Según datos de Eurostat, los productos lácteos costaron un 31,5% más que la media europea en 2011. Hoy un litro de leche vale 1,50 euros en Grecia, algo difícil de asumir para muchas familias con niños.
Ante esta situación, el Gobierno griego ha anunciado que comenzará a distribuir fruta y leche gratis en los colegios a partir de febrero. Y todo ello gracias a un programa impulsado por la Unión Europea. El objetivo -asegura el ministro de Educación griego, Constantinos Arvanitopoulos- es el de combatir la desnutrición infantil, algo que están percibiendo en las escuelas del país. Un problema inédito en la Europa occidental y más propio de otras zonas del planeta.
Al nivel de la Venezuela de Chaves
Por ello, el drama griego se puede comparar con el que hay en países sudamericanos como Perú, en el que el Gobierno creó una comisión a través del ministerio de agricultura para luchar contra la desnutrición reivindicando «la dieta andina».
Algo parecido sucede en Venezuela, en la que el Gobierno proporciona alimentos a la población a través de la Red de Mercados de Alimentos (Mercal) y la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval).
Hace tan sólo una década nadie hubiera imaginado que la UE acabaría aplicando recetas de países como la Venezuela de Chaves.
