China y Rusia demandan cada vez mayor cantidad de productos lácteos, lo que lleva a algunos países comunitarios tradicionalmente excedentarios a desviar su producción láctea de leche y derivados, principalmente leche en polvo y mantequilla, hacia estos mercados.
Sube la leche
Esto significa que España, que tiene una cuota de producción de 6.3 millones de kilos y un consumo de algo más de 9 millones, tendrá que pagar más por sus importaciones de leche y derivados (aproximadamente medio millón de litros de leche y en torno a 2,5 millones de kilos de queso), según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
A lo que hay que sumar los altos costes de producción, derivados principalmente del aumento del precio de las materias primas agrícolas –que a su vez obligó a subir los precios en origen– y el sobrecoste en el precio de las importaciones procedentes principalmente de Francia y Holanda; con todo esto, el precio de la leche ha aumentado.
Actualmente, el litro de leche concentrada (de menor calidad que la fresca) procedente de Francia en camiones cisterna se paga entre 50 y 55 céntimos de euro, cantidad a la que hay que sumar el sobrecoste del transporte, según www.infocarne.com.
Ramón Artime, responsable del sector lácteo y presidente de ASAJA Asturias, cree que el mercado «se está moviendo al alza y que está tendencia se mantendrá en los próximos meses».
Además, Artime piensa que, pese a tener una cuota láctea por debajo de la demanda nacional, este año, por primera vez en varios años, los ganaderos no cubrieron la cuota asignada a nuestro país.
Crisis de precios
El sector arrastra una crisis de precios desde hace años, a causa de la cual muchos ganaderos no pueden cubrir costes de producción y se ven obligados a sacrificar animales para liquidar pérdidas -y en otros muchos casos al cierre de explotaciones y a la venta de derechos de cuota.
Tan es así que en los últimos diez años el número de explotaciones se desplomó desde las 142.000 hasta las aproximadamente 21.500 actuales. Además, existe un alto nivel de endeudamiento por la compra de cuota, la ampliación de las instalaciones y el aumento de los costes de alimentación.
El futuro pasa por la liberalización
Artime ve la necesidad, para todos los agentes implicados, de estar preparados para la desaparición del sistema de cuotas en 2015, y así saber aprovechar esa liberalización.
En su opinión, en no mucho tiempo habrá movimientos en la industria, y es conveniente controlar esos procesos para que las empresas españolas no terminen en manos extranjeras -como ya ocurrió con Puleva.
