España: La crisis de Alimentos Lácteos atrapa a mil ganaderos gallegos

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La antigua planta de Pascual en Lugo lleva varios meses sin pagarles.Mario BeramendiConstituida en el 2010 a través de la unión de once cooperativas y para garantizar la viabilidad de la industria láctea que Pascual tenía en Outeiro de Rei (Lugo), Alimentos Lácteos S.L, atraviesa por gravísimos problemas financieros. Una crisis que tiene atrapados a unos mil productores de leche gallegos, algunos de los cuales llevan sin cobrar sus entregas entre cuatro y cinco meses. Y que amenaza con quebrar una empresa nacida con el apoyo financiero de la Administración autonómica, que ha invertido ya una cantidad cercana a los nueve millones de euros.
Según los datos a los que ha tenido acceso a este periódico, relativos a las cuentas auditadas en el Registro Mercantil, Alimentos Lácteos tuvo en el año 2010 unas pérdidas de 3,4 millones de euros y de 4,6 millones el pasado 2011. A falta de ver cómo cierra el pasado ejercicio, la plantilla, formada por unos 71 trabajadores, teme por el futuro de sus puestos de trabajo. Preguntada sobre la situación, la Consellería de Medio Rural apenas puntualiza que «está traballando de forma activa no proxecto con distintas alternativas para garantir a viablidade e manter o emprego e a producción das cooperativas».
El retraso en el pago a los productores ha propiciado que algunas cooperativas dejasen de entregar la leche a una factoría con capacidad para procesar 7,5 millones de litros a la semana y que ahora apenas está envasando 300.000. Fuentes consultadas han revelado incluso que algunos productores de la zona, sobre todo del Concello de A Pastoriza, han visto cómo se les canjeaba la deuda contraída por la entregas de leche con participaciones en el capital social. Una participación que, a tenor del estado de la empresa, tendría un escaso valor. «Nós xa lle chamamos as preferentes do rural», revela Christian López Carmona, de la CIG, quien recuerda, además, que algunos de esos movimientos fueron negociados por las cooperativas con Alimentos Lácteos sin informar con detalle a los productores.
Esta misma semana, en el Parlamento gallego, el diputado de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), Antón Sánchez, denunció los «remedios trapalleiros» y el silencio de la Xunta sobre la inactividad de la que fue fábrica de Pascual en Lugo.
El parón de las entregas de leche por los impagos, los elevados costes de mantenimiento de la fábrica y, sobre todo, graves problemas de liquidez han abocado a este proyecto, bendecido y respaldado por la Xunta, a una situación límite. El pasado mes de octubre el Igape concedió avales por valor de 450.000 euros para que Alimentos Lácteos pudiese afrontar pagos atrasados a las cooperativas y abonar así la leche a los ganaderos. Pero no ha sido suficiente para enderezar el rumbo de la nave. La sociedad recuerda que, mientras se ve obligada a pagar la leche al ganadero a 30 días, cobra de la distribución a 90 y 120, lo que sigue generando graves contratiempos de tesorería.
«Os gandeiros xa non confían neste proxecto e hai un problema de primeiro orden», recuerda Antón Sánchez. Alimentos Lácteos ha trazado ahora una estrategia comercial encaminada a reducir el volumen de producción de forma que pueda garantizarse su venta y lograr una estabilidad en los mercados. La empresa de Outeiro de Rei coloca en los lineales de venta dos marcas: Deleite, la que se comercializa en Galicia y Muu, la enseña que se vende fuera de la comunidad gallega.

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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