Diez explotaciones ganaderas apostaron en 2009 por vender leche fresca a la antigua usanza, en botella de cristal, sin intermediarios a través de máquinas expendedoras en las que el cliente rellenaba envases reutilizables.
Hace cinco años vendían a través de esta fórmula 40.000 litros mensuales, pero el pasado año no superaron los 9.000.
«Nuestra leche es buena y apreciada pero reconocemos que adquirirla suponía un esfuerzo añadido a los clientes además de que no podemos competir en precio con las marcas blancas.
Las diez explotaciones que componen la cooperativa Arabaesnea, creada hace 5 años para vender leche de calidad sin intermediarios, mediante máquinas expendedoras, cesan su actividad tras un año de pérdidas. Comenzaron con ventas de 40.000 litros al mes pero las cifras han caído progresivamente de forma que ya no les resulta rentable seguir con el negocio. El pasado año no superaban los 9.000 litros al mes.
Se esforzaron en comercializar de forma directa a restaurantes y bares. Esa nueva vía les permitió aumentar las ventas hasta los 19.000 litros pero no era suficiente. «Sería viable si alcanzáramos los 25.000 litros pero no nos acercamos. Llevamos un año poniendo dinero y no podemos seguir así por eso hemos tomado la decisión de cerrar con mucha tristeza, explica Javi Salazar, miembro de la cooperativa Arabaesnea. «Hemos recibido muchas llamadas de apoyo. Sabemos que nuestra leche es buena y apreciada. Te permitía disponer de leche recién ordeñada a cualquier hora del día. Pero entendemos que adquirirla suponía un esfuerzo añadido para el cliente. A esto se sumaba el hecho de que nos resultaba imposible competir con los precios de las marcas blancas», explica Salazar.
«Leche recién ordeñada a cualquier hora del día»
Los clientes debían desplazarse hasta las máquinas expendedoras- quedaban 5 en funcionamiento en la provincia- y rellenar allí sus envases. «Si todas las máquinas hubieran tenido el mismo rendimiento que la instalada en la Plaza de Abastos, que funcionaba muy bien, habríamos podido continuar», detalla Salazar. Ahora los carteles de ‘Itxita’- cerrado- cuelgan ya de varias máquinas mientras que otras, las de los centros comerciales, han sido retiradas.
Las explotaciones continuarán vendiendo leche pero a empresas. » La comercialización de leche pasteurizada era una pequeña parte de nuestra producción, que queríamos ir aumentando poco a poco. Ahora esa leche la venderemos de la manera convencional a una industria trasformadora a precio de mercado, en estos momentos a Arias».
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