Hace dos años, un grupo de cooperativistas agrarios de Francia viajó a Galicia para ver el sistema de trabajo de sus homólogas gallegas. «Ya por entonces estaban planificando cómo se movería el sector más allá de 2015», recuerda el presidente de Agaca, Higinio Mougán. Ello da una idea de hasta qué punto la liberalización del mercado pilla a los ganaderos -gallegos y españoles- con el paso cambiado. «Aquí tendemos a multiplicar las fronteras con los partidismos, los personalismos e incluso las comunidades. Los ganaderos piensan en su mercado más cercano, cuando lo que hay que hacer es pensar entre continentes», asegura.
Mougán cree que la desorganización entre los productores motivó que éstos vivan sumisos ante cualquier decisión de la industria y la distribución. «Ahora en toda España hay una falta de respuesta ante una competitividad que va a resultar descarnada». Teme que varias explotaciones se vean obligadas a cerrar, igual que ocurrió cuando se implantó la cuota láctea. Por eso, «el sistema de cuotas no fue un problema», recuerda.
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