Las reuniones organizadas por OPL en Galicia muestran el malestar y la preocupación existente.
A los ganaderos gallegos se les empieza a agotar la paciencia. Tras diez meses consecutivos viendo cómo se desploma el precio de su leche, muchos no dudan en amenazar con medidas contundentes si la situación no mejora. Y buena prueba de este ambiente, que se agrava ante el temor de lo que pueda suceder con el fin de la cuota láctea el 1 de abril, se está viendo en las distintas reuniones que ha organizado la OPL en la Comunidad, donde se llega a plantear la posibilidad de vaciar cisternas, bloquear las entegas o tomar otro tipo de medidas.
Pese a este clima de tensión, desde la directiva de OPL, su presidente Manuel Iglesias ha reconocido la gravedad de la actual situación y dijo no descartar ninguna medida de presión, si bien ha pedido un poco de paciencia, que se podría concretar en un plazo de un par de semanas, tanto para acabar la ronda de asambleas que están llevando a cabo en las principales comarcas lácteas de Galicia, como para conocer más a fondo el sentir del sector y sopesar todas las posibilidades, unque asumen que «por suñuesto, algo debemos hacer».
Asimismo, los productores temen que la desaparición de las cuotas dentro de escasamente dos meses, al final de la campaña, complique todavía más una situación que ha llevado a la mayoría de las granjas a vender su producción incluso por debajo del coste.
Una preocupación que se ve latente en cada reunión y asamblea, donde los asistentes prefería deja de lado las informaciones sobre las reuniones que han mantenido hasta el momento la propia OPL con responsables del Ministerio y de buena parte de las comunidades autónomas sobre los pormenores del paquete lácteo o la problemática que pueden generar los contratos homologados., para centrase en qué tipo de movilizaciones se van a adoptar.
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