El sector lácteo español llegó el jueves a un principio de acuerdo, aunque de cumplimiento voluntario, para revalorizar sus productos en un tibio intento por frenar la caída de precios en origen que ha dejado a muchos productores contra las cuerdas.
«Con este principio de acuerdo queremos dar estabilidad a toda la cadena: desde los ganaderos, a la industria y la distribución y conseguir un mayor valor para todos los productos lácteos», dijo la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, tras una reunión entre todos los implicados.
El preacuerdo, del que faltan por cerrar algunos flecos y cuyo apoyo real se comprobará cuando en unas semanas se convoque una reunión para su ratificación, se produce mientras los ganaderos se manifiestan para denunciar una caída de precios que ha llevado a algunas explotaciones a operar por debajo de los costes de producción, con el consiguiente riesgo de desaparecer.
Para el sector de la distribución, donde se encuentran los supermercados, implica un compromiso de poner fin a las promociones reclamo con productos lácteos, así como de tener unas relaciones comerciales más estables a largo plazo y promover la identificación del origen de la leche y sus derivados para que el consumidor pueda elegir.
La industria, formada por envasadoras y transformadoras, se compromete por su parte a trasladar a los ganaderos las mejoras de valor que obtenga de la distribución.
El ministerio anunció que está trabajando en la publicación periódica de los datos de venta de leche entre la industria y la distribución, al igual que ya sucede entre la industria y ganaderos, para dar más transparencia a la cadena.
Por último los ganaderos trabajarán para continuar hacia una integración del sector en organizaciones de productores que les permita tener un mayor poder de negociación en los contratos.
El principio de acuerdo, que fue bien recibido por algunas de las organizaciones agrarias presentes en la reunión, como UPA y ASAJA, no lo fue para otras como COAG, que se desmarcó y dijo que sólo lo aceptaría si se demuestra buena voluntad de la industria y los distribuidores en los próximos días, modificando contratos de leche no entregada y firmando otros a futuro más favorables para los ganaderos.
Los representantes de los ganaderos no se han comprometido a terminar las movilizaciones.
Ningún portavoz de la distribución quiso hacer comentarios a la salida de la reunión en el ministerio, un día después de condenar las protestas que están protagonizando algunos ganaderos, mientras que desde la industria se calificó de «muy favorable».
Sin embargo, en un comunicado posterior tres patronales suscribieron las propuestas del acuerdo.
La Unión Europea puso fin en abril a un sistema de cuotas lácteas que estuvo 30 años en vigor para aprovechar un previsible aumento de la demanda en la próxima década, pero el embargo ruso a las importaciones de la UE y el descenso de las importaciones de productos lácteos en China han contribuido a un exceso de suministro mundial.
La imposibilidad legal de fijar precios hace difícil una solución en el ya históricamente retrasado sector en España, que no llega al autoabastecimiento, vende prácticamente sólo leche envasada y sufre la presión de la gran distribución.
Todo esto complica aún más la situación para muchos ganaderos, sobre todo en Galicia, la mayor zona productora de España con un 40 por ciento del total.
Dentro de los actos de protesta en Santiago de Compostela, donde participan unos 4.000 tractores, un almacén de la cadena de distribución DIA continúa bloqueado por tercer día consecutivo y la empresa se está planteando proceder al cierre patronal del almacén, donde hay 27 camiones esperando a poder salir, aunque sea sin cargamento.
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