Ha logrado un acuerdo con otras empresas tras la negativa de Lactavisa, pero sin definir precios.
La decisión de la industria láctea de no recoger leche ha pasado ya de Galicia a Asturias, donde por primera vez en su historia han visto cómo una empresa regional, Lactavisa, anunciaba con sólo cinco días de anticipación que rompía su relación comercial con varios ganaderos. Sin embargo, incialmente, todo se ha quedado en un ‘susto’, ya que la mediación del Gobierno regional ha propiciado que Arias y Reny Pict hayan decidido asumir la leche de estos ganaderos, aunque aún no se ha cerrado el precio de compra. Desde las organizaciones agrarias ven cómo las medidas de presión de la industria está dando resultado, ya que el «miedo cunde entre los ganaderos y ya nadie se atreve a pensar no ya en un contrato de un año, sino ni siquiera en los precios».
Y como ya se ha venido diciendo desde Galicia, en el fondo de esta situación lo que existe es un pulso entre la industria y la Administración y su Paquete Lácteo, con los ganaderos como rehenes de ambas sin casi margen de maniobra.
La ‘nueva’ cuota láctea «es la que tiene la industria en sus manos»
Como señala la presidenta de COAG-Asturias, Mercedes Cruzado, en esta nueva situación la industria «es la que tienen en estos momentos la cuota láctea. Son las que dicen qué cantidad de leche han de producir los ganaderos y el precio al que la pagarán».
También ha recordado que los sindicatos agrarios ya veían venir esta situación e incluso se solicitó que la entrada en vigor del Paquete Lácteo se retrasara un mes para cerrar los contratos y tener tiempo para una posterior negociación. Sin embargo, la medida ha enhtado en vigor y, como resalta Cruzado, «no dudo que desde el Magrama tuvieran la mejor intención, pero ellos no saben en lo que se convierte esta situación en nuestras cuadras. Las cosas están empeorando, porque hay que tener en cuenta que la leche no admite tiempo para negociar, pues es muy perecedero y solo aguanta unos dos días».
De hecho, ante la negativa de Lactavisa de recoger leche, uno de los ganaderos afectados tuvo que deshacerse 1.500 litros ante la imposibilidad de darle una salida, motivo por el cual el propio Gobierno regional incrementó su mediación para buscar una salida.
La única salida a corto plazo que ven es implantar la figura del mediador
Ante esta situación, los sindicatos viven con incertidumbre el futuro. El presidente de la Unión de Campesinos de Asturias (UCA), Joaquín López, cree que !el problema está en que el contrato lácteo no tiene mediador. Las industrias obligan a hacer un contrato anual, pero ¿a qué precios? No lo sabemos. Del mismo modo que a ninguna empresa se le debe obligar a comprar leche, tampoco a ningún ganadero se le puede obligar a firmar un contrato con unas condiciones leoninas. Todo esto es muy raro y no se había dado esta situación hasta ahora».
Además, la presencia de un mediador permitiría a la Administración saber de primera mano qué exigencias plantean las industrias a los ganaderos y poder actuar y «sancionar», según viene defendiendo la ministra, Isabel García Tejerina, a quienes incumplan los acuedo establecidos en el Paquete Lácteo.
Pero sin esta figura, Mercedes Cruzado tiene claro que la actual situación «es una estrategia de las industrias para bajar más el precio de la leche, que el ganadero coja miedo. A un productor de Jarrio que no quiso firmar el contrato, al día siguiente no le cogieron la leche. Pero es que la gente no puede ni mirar el precio. Está cundiendo el pánico entre los ganaderos y con esta situación el miedo es mayor».
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