La apuesta por vincular al cliente con la conservación de un medio rural sostenible está en la base de la estrategia de la central.
No se trata de actores contratados por una agencia publicitaria. Son auténticos ganaderos de diversos lugares de Asturias, que cuentan por qué quieren seguir produciendo leche de vaca en el Principado, pese a todos los problemas pasados e inminentes (desaparición de la cuota láctea, invasión de la ‘leche negra’, aumento de los costes sin una contrapartida equivalente en los ingresos, retrasos en los cobros de las ayudas de las administraciones, reducción del crédito bancario, entre otros).
Y estarán en los laterales de los nuevos envases tetra brik que Clas sacará de forma inminente al mercado. «Detrás de cada litro de leche está el futuro de una forma de vida y de producción, el futuro de nuestro entorno», afirma José Armando Tellado, porque «los ganaderos son los que conservan el paraíso natural tal y como lo vemos y como nos gusta disfrutarlo cuando salimos con nuestros hijos el fin de semana. Sin los ganaderos, el campo asturiano sería la selva natural».
Porque no es lo mismo la producción de leche que se puede obtener con vacas estabuladas o de determinadas razas que la que se logra en Asturias. En realidad, en toda la vertiente Cantábrica: «La mejor leche de España se da en los prados del Norte, ya que los pastos verdes y frescos aportan, entre otras cosas, betacarotenos, mejor color, rica en vitamina A y es la leche con mejor sabor, elegida así por los propios consumidores, no en catas».
Así, la nueva imagen de los envases dan un mayor protagonismo al entorno natural (antes también se veían prados y montañas, pero había una gran zona blanca simbolizando la leche), las vacas tienen más presencia y el producto que se vende es «leche y nada más».
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