En la campaña 2005-2006, España contaba con 31.062 explotaciones de vacuno de leche. Hasta el pasado 30 de marzo de 2012 –al cierre de la última campaña-, siete años después, esa cifra se había reducido hasta las 21.729. “Son casi 10.000 explotaciones desaparecidas en apenas siete años, que son otras tantas familias que pierden su modo de vida, normalmente en regiones donde no hay otras salidas laborales”, apunta Lorenzo Ramos, secretario general de UPA.
Galicia, Castilla y León y Asturias son, en términos absolutos y relativos, las Comunidades Autónomas más afectadas por los cierres, “aunque realmente no se libra ninguna de las zonas productoras de esta avalancha de abandonos”, lamenta Román Santalla, secretario de Ganadería de UPA.
UPA ha recogido estas cifras del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para dar muestra de la brutal crisis que sufre el sector lácteo en nuestro país. Aunque no es el único sector que se enfrenta a una cadena agroalimentaria “completamente desequilibrada y viciada”, tal vez sea en estos momentos el que mejor ejemplifica las malas prácticas de la distribución comercial franco-alemana, que usan la leche como producto reclamo hundiendo su precio. Situación de la que se salva la industria por su mayor poder de negociación y que termina pagando el ganadero, el eslabón más débil de la cadena. Cada español consumió en 2011 74,5 litros de leche líquida (unos 52 euros), lo que supone un gasto total de más de 8.000 millones de euros en leche y productos lácteos el pasado año.
El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, se reunió ayer en Bruselas con João Pacheco, director general adjunto de Agricultura de la Comisión Europea, para explicarle la situación y tratar de que Europa tome cartas en este asunto, que para la organización “es sin duda de índole europea, además de nacional”. Ramos se reunió también con organizaciones agrarias de todo el continente para diseñar una estrategia que mejore la posición de los ganaderos.
UPA se está movilizando asimismo a nivel nacional y autonómico para tratar de resolver la situación. A las movilizaciones celebradas en las principales zonas productoras desde el pasado mes de agosto –y que podrían continuar en las próximas semanas-, se suman las múltiples reuniones mantenidas con las Comunidades Autónomas y el ministro Arias Cañete. La organización espera que estos movimientos se traduzcan en leyes que sienten unas reglas del juego más justas y que aseguren la pervivencia del sector, UPA ha pedido su aprobación “inmediata”.
Román Santalla ha explicado que la sociedad española debe concienciarse de lo ilógico de una situación en la que las industrias españolas compran leche en nuestros países vecinos, pagándola a 0,37€/litro, mientras que a los ganaderos españoles se les paga a 0,29€. “No tiene sentido, aunque si las explotaciones siguen cerrando, en unos años toda la leche que se consuma en España será de fuera”, ha aseverado. Santalla se ha dirigido al representante de las industrias lácteas –a la sazón presidente de Danone, Javier Robles- para pedirle “responsabilidad y trabajo conjunto y conseguir que este sector tenga futuro”.