Mientras cientos de ganaderos protestan en las calles, el futuro del sector afronta hoy una reunión decisiva en Madrid para garantizar su sosteniblidad y que implica al conjunto de los operadores; productores, industria y distribucón.
¿Qué ha generado la crisis?
No hay una única causa, sino una conjunción de ellas. Por un lado, el final de las cuotas lácteas fijadas para cada país, que ha permitido una sobreproducción de leche. Por otro, la prórroga del embargo ruso y la caída de los consumos en el mundo —China, principalmente— que ha hecho menguar la demanda. Se prevé que ésta se recupere a medio plazo.
¿Hay unidad en el sector?
Poca, y es una de las claves del conflicto. Las organizaciones de productores lácteos —figuras jurídicas con potestad para vender leche— representan sólo al 40 por ciento de la producción total de Galicia. En números redondos, unas 2.200 granjas de las más de 9.300 de la Comunidad. A su vez, el colectivo recela de los sindicatos agrarios tradicionales, lo que dificulta negociar con un único interlocutor.
¿Hay posibilidad de acuerdo hoy en Madrid?
Los productores se han cerrado en banda a cualquier otra opción que no pase por un precio base que les permita producir leche sin perder dinero. Y dan una cifra: 0,34 céntimos por litro. Si la industria transformadora y la distribución lo asumen, esta crisis habrá terminado. La duda está en cómo formalizar ese acuerdo sin que el Tribunal de la Competencia entienda que hay un pacto ilegal de precios. Se está explorando la fórmula del «precio sostenible».
¿Puede fijarse un precio mínimo de venta?
No mediante ninguna ley. La UE lo consideraría una vulneración del libre mercado y con toda seguridad lo sancionaría. Pero Xunta y Gobierno entienden que productores e industria sí pueden cerrar entre ellos un acuerdo privado para recoger la leche en las explotaciones, formalizado a través de una declaración de intenciones que garantice la viabilidad del sector. Los ganaderos piden un mínimo de 34 céntimos. La industria, hasta el momento, ha sido reacia.
¿Ha fijado precios Francia?
No. El país vecino designó a un mediador para que las partes llegaran a un acuerdo verbal como el que se busca en España.
¿Habría repercusiones para el consumidor?
Es de suponer que sí, ya que la distribución habría de subir algunos céntimos en la venta al público del litro de leche. Se especula con un incremento de cinco céntimos que iría para el ganadero. Hoy se sabrá más.
¿Se seguirá vendiendo la leche a pérdidas?
La Ley de la Cadena Alimentaria prohíbe vender por debajo de los costes de producción. Pero no vender sin beneficios. Muchas cadenas usan la leche como producto reclamo para el consumidor, a bajo precio y sin que les ocasione pérdidas.
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