El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, ha expresado hoy su confianza en «conseguir precios muy superiores» de la leche a través de «organizaciones de productores importantes que concentren la oferta, cooperativas más potentes y la vía de la integración», ya que «así lo demuestra la experiencia europea».
En su visita al Principado de Asturias, donde ha visitado una plantación de kiwis y el Museo de la Sidra, entre otras instalaciones agroalimentarias, ha apuntado que España tiene 4.000 cooperativas que facturan 19.000 millones de euros, frente a la realidad de los Países Bajos, con dos cooperativas -una de leche y otra de carne- que generan 16.000.
«Los precios que obtienen los productores de leche en Holanda son más altos que los nuestros pero su capacidad de negociación con la gran distribución es espectacular», ha precisado el titular de Agricultura, que ha advertido de que en España hay nueve grupos de la gran distribución que concentran todo el comercio lácteo mientras que existen 22.000 productores y un número de industrias lácteas que «todavía están muy atomizadas».
Ha vaticinado un «proceso de concentración» en el que el Gobierno impulsará «la concentración de la industria y la búsqueda de acuerdos equilibrados en la cadena alimentaria» aprovechando que «ahora se dan los instrumentos para trabajar».
«Antes no teníamos nada», ha comentado Cañete, quien ha descrito el marco presente con «un paquete lácteo desarrollado, una ley de integración de cooperativas y de la cadena alimentaria, unos acuerdos voluntarios entre la producción, la industria y la gran distribución» así como «un logo que identifica aquellos productos lácteos que sean leche de producto nacional, de calidad y por la que se ha pagado un precio sostenible».
Con estas medidas, ha descrito «la paralización de un proceso de reducción imparable de ganaderos de leche que en este momento está en cifras muy bajas, de menos de 22.000 productores cuando se venía de más de 100.000».
Entre los objetivos, ha enumerado la necesidad de «fijar población en el medio rural, que se atraiga a los jóvenes y que los ganaderos obtengan el retorno del enorme esfuerzo de inversión que han realizado y del trabajo personal que ponen en las explotaciones».
Sobre la reciente cumbre europea celebrada en Lituania, ha apuntado que «los consejos informales permiten a los ministros estar en contacto y planificar», si bien ha admitido que en este momento la preocupación se centra en «culminar la reforma» de la PAC, ya que «todavía el Parlamento Europeo y el Consejo no han cerrado un acuerdo en algunos términos fundamentales como qué reducción hay que hacer a las ayudas superiores a 150.000 euros».
Ha indicado que también han abordado cómo apoyar las explotaciones familiares agrarias y qué instrumentos de la política agraria común es preciso poner en marcha para contribuir a esta mejora.
Se ha referido a los sectores agrarios y a la agroindustria como «muy dinámicos» en el periodo de crisis, y han permitido un incremento en las exportaciones agrarias, convirtiéndolo en el segundo sector de la economía española en exportación, después de bienes de equipo y por encima del automóvil.
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