Alimentos Lácteos negocia con sus acreedores -entre ellos Ecoembes la empresa de reciclado de envases y Cogen, la de suministro eléctrico a la planta- una quita de un 50% en la deuda, que ronda los 15 millones de euros, y un aplazamiento del resto. 
El objetivo es llegar a un acuerdo que permita evitar el concurso de acreedores -en la provincia históricamente solo lo consiguió la monfortina Teydi hace unas semanas- y volver a poner en marcha la fábrica para aplicar un plan de negocio, en el que participaría alguna de las empresas del grupo Pascual como socio industrial.
Los plazos nuevamente se alargan. El horizonte está ahora en finales de este mes, según pusieron de manifiesto ayer Pedro Márquez, de M.V. Asociados, la gestora contratada por el grupo Pascual, que pertenece a uno de sus exdirectivos, para buscar una salida al problema de Alimentos Lácteos y el gerente de la planta. En ese momento se sabrá si hay una solución de continuidad o si, por el contrario, la industria presentará concurso de acreedores e irá a liquidación.
No es sorprendente que el grupo Pascual haya decidido tomar cartas en el asunto. En la lista de acreedores de Alimentos Lácteos figura, detrás de la Xunta, con cuatro millones en préstamos, Corporación Empresarial Pascual, la propietaria de la planta de Outeiro de Rei, que le alquiló las instalaciones a la sociedad anónima de base cooperativa en febrero del 2010. La renta era de 116.000 euros mensuales, con opción de compra, y parece ser que pocas mensualidades abonaron, dado que la deuda supera los 3 millones.
Además de la deuda, en otros círculos se baraja que el grupo Pascual necesita en estos momentos retomar las segundas marcas como línea de negocio, en una situación de crisis como la actual.
Las negociaciones con los acreedores para tratar de llegar a acuerdos las están llevando entre los responsables de MV Asociados y el gerente de la empresa, Miguel Martín.
Largo listado
En el listado figura Cogen, la empresa de cogeneración que suministra energía eléctrica a la planta, a la que la industria debe 400.000 euros. Tras varias amenazas de corte de suministro, finalmente a principios de esta semana la industria quedó sin luz. No afectó a la actividad productiva ya que en la planta de Santa Mariña no entra leche desde principios de mes.
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