Desde el 1 de abril de 2014 se ha empezado a aplicar el acuerdo al que llegó CNIEL, la interprofesional láctea francesa, en diciembre pasado para gestionar la leche que incumple los requisitos de bacteriología y células somáticas. La normativa comunitaria establece que la leche debe de tener menos de 100.000 bacterias/ml en un período de 2 meses y menos de 400.000 células somáticas/ml en un período de tres meses (Reglamento nº853/2004 y 854/2004).
Según el acuerdo de CNIEL, cuando un ganadero tiene un problema de bacterias, recibe una notificación de alerta, avisándole de dicho problema y de que tiene 3 meses para realizar acciones correctivas. Si después de este tiempo, la leche sigue sin cumplir, se suspenden sus entregas por 12 días. Si en los siguientes análisis, la leche sigue sin cumplir, se suspenden las entregas por una duración indeterminada que es de 30 días mínimo. El ganadero tiene que comunicar a la industria las medidas correctivas que se están llevando a cabo.
Cuando un ganadero tiene un problema de células, recibe una notificación de alerta, avisándole de dicho problema y de que tiene 3 meses para realizar acciones correctivas. Si después de este tiempo, la leche sigue sin cumplir y el ganadero todavía no ha iniciado un plan de células, dispone de 3 nuevos meses para validar la primera visita de su plan. Si el ganadero no lo hace, la recogida de leche se suspende por una duración indeterminada que es de 6 días mínimo. La suspensión se puede aplazar durante los 6 meses siguientes.
En el caso de que el ganadero no quiera iniciar un plan de células y su leche siga sin cumplir 3 meses después de la alerta, la recogida se suspende durante tres plazos de 6 días, que se prorrogan de manera indeterminada si la leche sigue sin cumplir.