Alimentos Lácteos devolvió la fábrica de Outeiro de Rei al grupo Pascual porque no podía afrontar los «elevados costes de mantenimiento» de la factoría, como consecuencia de su complicada situación financiera, que llevó a la empresa al concurso de acreedores.
Fuentes cercanas a la empresa de base cooperativa explicaron a EFE que la recuperación de la gestión de la fábrica por parte del grupo Pascual no fue debida «ni a un embargo» ni tampoco a la «ejecución de una deuda», sino al importante desembolso que tenía que hacer Alimentos Lácteos en conceptos como personal o suministro de energía para el mantenimiento de la factoría.
Aclararon que esos gastos estaban motivados por el hecho de que «durante seis meses» la empresa intentó mantener la fábrica plenamente operativa, de forma que, si llegaba una solución para reiniciar la actividad, se pudiese «envasar leche de un día para otro».
Con respecto al futuro de Alimentos Lácteos, las fuentes opinan que el hecho de que el grupo Pascual se haya hecho cargo de nuevo de la factoría no influye en la búsqueda de una solución para evitar la liquidación definitiva de la empresa.
Sostienen, finalmente, que, «en esencia, no ha cambiado nada», porque la situación es la misma de cara a buscar una salida en las próximas semanas a la «complicadísima» situación en la que se encuentra la empresa.
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