Los ganaderos gallegos secundaron masivamente la primera jornada de huelga de entrega de producto
El sector lácteo gallego secundó de forma masiva su primera jornada de huelga. Un paro que obligará a los ganaderos a deshacerse de más de 6,5 millones de litros de leche y a asumir unas pérdidas económicas de más de dos millones de euros por cada día que impidan que las cisternas recojan materia prima en sus granjas.
Las protestas se repitieron en las principales comarcas lecheras de Galicia sin que se registrasen más incidentes de importancia que los relacionados con la paralización de seis cisternas en la comarca coruñesa, donde los piquetes vaciaron la carga de los camiones o la quema de varios neumáticos en la rotonda de acceso al centro comercial que Carrefour tiene en Coristanco y delante de la fábrica de Leyma en Arteixo
Más pacíficas fueron las protestas en Deza, donde los productores se concentraron con sus tractores delante de una superficie comercial.
Los ganaderos solo aceptarán desconvocar la huelga de entregas si hay un compromiso por parte de la industria de que les pagarán más por el litro de leche. Actualmente solo reciben 29 céntimos y aspiran a una cifra que sirva para cubrir sus gastos de producción, costes que un informe del propio Ministerio de Agricultura cifra entre 33 y 36 céntimos. Tanto los tres sindicatos agrarios gallegos como la organización de productores (OPL) reconocen que aunque la reunión celebrada el lunes con Medio Rural, la industria y la distribución les dejó buen sabor de boca, no creen que el conflicto vaya a resolverse en las próximas 48 horas, una circunstancia que asumen como «un drama» por las elevadas pérdidas que supone para las explotaciones el tener que tirar su producción. «Non nos vale máis que un acordo de suba de prezo por parte de quen nos compra o leite, que é a industria, e despois xa chegarán as necesarias medidas lexislativas por parte da Xunta para salvar un sector que está en perigo e que é a columna vertebral do rural galego», apuntó el responsable de una de las entidades convocantes.
Se calcula que el 85 % de las granjas no logran ni siquiera cubrir sus gastos fijos con lo que que ingresan por la leche. De hecho, varios estudios de distintas asociaciones de productores apuntan que siete de cada diez podrían entrar en suspensión de pagos antes de terminar la presente campaña láctea en marzo.
En el momento de elaborar esta información los productores planificaban los actos de presión a llevar a cabo durante la madrugada para asegurarse de que el paro continúe.
Esta información ha sido elaborada por X. R. Alvite, X. Melchor, S. Acosta, D. Vázquez, M. Cobas, F. Albo, B. Couce, R. Ramos, D. Cela, J. Alonso y C. Viu
Algún intento de recogida de leche y un camión por la zona de Laro
Santalla tenía ayer constancia de un camión que estuvo a última hora de la noche por la zona de Laro recogiendo leche. Algo que, apuntan, fue testimonial y que se sumó, apuntaron, a algún intento de recogida de algún camión pequeño a lo largo del día que «foi abortado».
Leandro Quintas, presidente de Usag, asegura que las medidas adoptadas suponen «queimar o derradeiro cartucho porque xa non nos queda máis que facer». Exigen la implicación de las administraciones u que «non deixen morrer a un sector tan estratéxico e tan noso». Cree que parte de los problemas vienen «de un mal tratado» que benefició en su día a los cítricos y a la huerta en detrimento de otros productos como la leche. José vende, presidente de la organización de productores agrarios, destacó al concienciación de la sociedad y respecto a la negociación lamentó que en la primera reunión «a distribución parece que moveu algunha ficha pero por parte da industria non houbo ni un triste movemento». Esperan que la Xunta realice alguno y para «acabar coas inxusticias». Vence valoró la unión sindical y destacó que con la muerte del agro supone también la del comercio y las industrias derivadas.
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