Los ganaderos podrán negociar a partir de ahora los contratos lácteos con las empresas de manera que sabrán de antemano lo que van a cobrar por la leche y lo que van a vender, algo que no sucedía hasta ahora. La nueva regulación europea basada en los contratos lácteos obligatorios junto a la irreversible desaparición del sistema de cuotas en 2015 abre así un futuro inédito en el sector.
Esta circunstancia llevará a que el futuro del sector en España pase por el establecimiento de grandes organizaciones de productores capaces de reunir un poder suficiente para negociar con las empresas y aunque no se trata de algo obligatorio porque se podrá negociar de manera individual, lo recomendable es hacerlo de la otra forma. Además, se tratará de el único interlocutor válido.
Así lo explicaba el responsable del sector de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA CLM), Alberto Gómez, quien mostraba su satisfacción por esta nueva regulación teniendo en cuenta que “es una reivindicación histórica que desde UPA llevamos haciendo desde 2009 y en la que están de acuerdo los ganaderos”.
Gómez recordaba que hasta ahora los contratos entre empresas y ganaderos eran de palabra y nunca saben lo que van a percibir hasta que no les llega el líquido, algo que “se soluciona a partir de ahora y además saben que tienen asegurados los costes”. Así, toda la leche deberá estar puesta en contrato ya que de otra forma será “ilegal”.
A todo ésto, los ganaderos podrán olvidarse de tener que negociar porque será la organización quien lo haga y siempre con la fuerza del colectivo.
En el caso de Castilla-La Mancha no se podrá formar una cooperativa de leche de vaca debido a que no se llega a las toneladas marcadas por el Parlamento Europeo y que asciende a 200.000 toneladas (en la región se producen 187.000 toneladas), lo que motivará que tenga que unirse a cooperativas de otras comunidades autónomas. En el caso de la leche de oveja las toneladas son 30.000, la misma cifra que para la leche de cabra y podrán formarse cooperativas.
Sequía
La sequía que padece Castilla-La Mancha está afectando de manera importante a los ganaderos, según afirma Alberto Gómez.
El principal motivo es el alto precio que se está pagando por el alimento de los animales, sobre todo en el caso de la cebada, el maiz y la soja, motivado tanto por la propia sequía como por el almacenamiento.
En este sentido, el responsable de UPA reconocía que la situación se está haciendo “insostenible” porque se está perdiendo mucho dinero y, de seguir, por el mismo camino, “estaremos en una situación de crisis”.
Lo único positivo que está sosteniendo al sector es la exportación ya que es ahí donde se está recuperando el terreno perdido, pero para Gómez “no es suficiente” y lo que hay que salvar son los precios.
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