Sector lácteo advierte que en algunas zonas no pueden sacar el producto si no pagan extorsiones, y algunos productores no visitan sus fincas por temor.
El flagelo de la delincuencia no es un problema exclusivo de las ciudades, pues en el campo ya es algo “muy arraigado”, al punto de que algunos dueños de fincas lecheras temen, incluso, visitar sus propiedades, mermando la inversión en el sector, advirtió ayer la Asociación de Productores de Leche de El Salvador (Proleche).
Aunque la gremial aún no cuenta con estadísticas que permitan determinar la incidencia del fenómeno, su presidente, Alfonso Escobar, aseguró que ya está afectando la inversión en el sector, pues los propietarios de las fincas temen llegar a las propiedades, provocando hasta cierres de establos.
“La producción se ha visto afectada por razones de delincuencia en el país. (Ha provocado) cierres de establos, el hecho de no inversión por el riesgo a llegar (a la finca). Cuando uno no puede llegar, tiene que ir minimizando sus inversiones porque no las puede supervisar”, indicó Escobar.
“Eso es duro”, dijo a Diario El Mundo. “Es duro en todo el país. Es algo generalizado, ya no está solo en las ciudades, está en el campo, muy, muy arraigado”, añadió.
“Hay zonas donde (los pandilleros) no dejan sacar los productos si no es pagando ‘renta’, y eso desmotiva mucho a los productores”, lamentó. Ante esta situación, la tarea de Proleche es apoyar a los productores para que sus negocios sean rentables, “a pesar de la situación que estamos viviendo en el país”, dijo.
Poca denuncia
Proleche afirmó que, aunque la gremial apoya a todos aquellos que deciden denunciar delitos como la extorsión, para que estos casos sean conocidos directamente por las jefaturas de la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fiscalía General de la República (FGR), hay muchos que deciden guardar silencio por temor a represalias.
“Muchas veces (el problema) es que la gente se atreva a denunciar, porque son ellos los que viven en el lugar (…). A veces, la gente sale libre muy rápido, los jueces liberan rápido (…), y eso provoca mucho temor en los que denuncian, porque ellos ya quedan señalados”, indicó Escobar.
La situación planteada por la asociación coincide con datos de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades). La Encuesta de Dinámica Empresarial correspondiente al cuarto trimestre de 2014 revela que el 90% de los microempresarios que sufrió algún delito, no lo denunció por temor a represalias. En el caso de las pequeñas empresas, fue el 50%, mientras en las medianas y grandes empresas fue el 30 y 36%, respectivamente.
Pero, en el caso de delitos cuyo blanco fueron personas o viviendas, la falta de denuncia se debe a poca confianza en la Policía Nacional Civil (PNC), indica la Encuesta Nacional de Victimización de 2014, encargada por la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), como parte del documento del Encuentro Nacional de la Empresa Privada (ENADE) de este año.
La encuesta indica que solo se denunció el 1,4 y el 3,6% de los incidentes de victimización de viviendas y personas, que ocurrieron en 2014.
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