Las importaciones de lácteos de Brasil se aproximan a 10.000 toneladas mensuales, la mayoría llega desde Uruguay, porque las compras de Argentina están cuotificadas y por lo tanto las exportaciones de Uruguay están cada vez más cuestionadas. Es curioso el argumento que esgrimen los brasileños sobre una supuesta “triangulación” de los productos uruguayos que fue rapidamente desmentida por el presidente del Instituto Nacional de la Leche , Manuel Marrero. “Estamos desconfiados de que esté habiendo una triangulación del producto” dijo la semana pasada Jorge Rubez, presidente de la Asociación Brasileña de Productores Lecheros. Argentina tiene un acuerdo para exportar 3.600 toneladas por mes de leche en polvo, cantidad que es superada por Uruguay.
Rubez afirmó que “Uruguay tiene una producción menor a la del estado de San Pablo, de cerca de 1.200 millones de litros por año y no tiene muchos excedentes de producción para que aumente así las ventas. Sospechamos que está recibiendo leche de países que subsidian a la producción y la está renviando para Brasil”
Los costos de producción de Brasil subieron 24% el año pasado y eso ha frenado el crecimiento de la producción brasileña.
Por el lado de Uruguay se busca acelerar la apertura del mercado de México para leche en polvo, que en un comienzo sería para 5.000 toneladas por año sin arancel. A mediados de marzo se celebrará una reunión en Montevideo con autoridades mexicanas y luego de los trámites del caso, puede esperarse que a mediados de mayo salgan los primeros embarques con ese destino, dijo al programa Tiempo de Cambio el embajador uruguayo en ese país, Rodolfo Camarosano.
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