Lácteos, carnes y productos agrícolas de clima templado son los productos más sensibles en la negociación con la Unión Europea (UE). Así lo han identificado representantes de diversos gremios empresariales. El ministro de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira, señaló hace dos semanas que hay que hacer un análisis profundo de los productos que quedarían excluidos o que debieran desgravarse a largo plazo, entre los que están los agrícolas de la Sierra. Con ello concuerda Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor). En el caso de los lácteos, por ejemplo, asegura que se debe encontrar un mecanismo de protección debido a que, si bien actualmente se importa en su mayoría solo quesos de delicatesen, a futuro podrían ingresar al país la leche en polvo. Ecuador produce 5,1 millones de litros de leche al día, según datos de la Asociación de Ganaderos de la Sierra y del Oriente (AGSO). Asimismo, un total de 1,5 millones de personas trabajan en esta actividad a escala nacional. De ahí que para el presidente del gremio, Juan Pablo Grijlava, una mala negociación podría generar un problema social en el país. De acuerdo con informes de esta agrupación empresarial la leche en la UE es subsidiada y con el ingreso de una tonelada en polvo (con precios bajos) se afectaría la producción de 400 pequeños productores del agro ecuatoriano. «Queremos participar en las negociaciones protegiendo los intereses del campo ecuatoriano. Un mecanismo podría ser la aplicación de medidas de salvaguardia». En el caso de la leche, Colombia, por ejemplo, negoció con la UE un proceso de liberalización lento. Se establecieron plazos de desgravación de hasta 15 años a partir de aranceles altos (98% para la leche en polvo y 94% para lactosuero), entre otras medidas. En Perú, la desgravación fue para subpartidas como la leche en polvo y los quesos, no así para el lactosuero. Para el Gobierno es posible conseguir buenas condiciones. A través de un comunicado, el Ministerio de Comercio Exterior indicó que el acuerdo comercial deberá incorporar un trato diferenciado a favor de Ecuador. De ahí que en los próximos días se planteará a la UE los ámbitos que requieran un trato específico para no afectar la economía. Para eso habrá un intercambio de información bilateral. A esta conclusión se llegó luego de una videoconferencia que mantuvieron la mañana de ayer los equipos negociadores del país y de la UE. Estaba previsto que ahí se defina el cronograma de negociación pero no se lo hizo. Se determinó que la fecha se fijará luego de que ambas partes realicen consultas internas (se espera que los diálogos inicien el último trimestre). Los empresarios locales esperan que entre los temas a tratar estén los de los productos sensibles, entre los que están los agrícolas. Víctor López, titular de la Cámara de Agricultura de la Primera Zona, indicó que entre las partidas que requieren protección se encuentran arroz, azúcar, papas, maíz, etc. «Una mecanismo a aplicar es el denominado espejo. Esto implica que se establezca una cantidad de productos que ellos nos puedan enviar y nosotros mandar en un número similar. Hay que proteger a los diferentes sectores». En el campo, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), laboran 2,5 millones de personas. También existen trabajadores que se dedican a la crianza de animales para avicultura y porcicultura, dos de los sectores considerados también sensibles. En el caso de carne de cerdo, actualmente, ingresan jamones curados (para segmentos altos). Para Felipe Ribadeneira hay que buscar las formas de protección para evitar una apertura inmediata y que se afecte al sector nacional. Lo propio se debe hacer en el sector de aves. José Orellana, de la Corporación de Avicultores del Ecuador (Conave), asegura que hay que estar pendientes con el tema de ingreso al país de productos de ave procesados. Las negociaciones Camilo Llinás, gerente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, indicó que durante la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con la UE hubo apertura de parte del bloque para proteger sus productos sensibles. Para Richard Martínez, vicepresidente de la Cámara de Industrias y Producción, los ejemplos de Colombia y Perú revelan que han sido más restrictivos en la parte agrícola, que es la más sensible. Una de las decisiones a las que llegaron, además, fue mantener el sistema andino de franjas de precios.
