Cuando tiene «oportunidad» lleva la lata o la bolsa que consigue en los mercados con ventas reguladas. «Es un producto esencial». Comprarla en cualquier automercado es «raro» porque «no hay y no la compro a precio exagerado».
Desde finales de 2010 la venta de leche en polvo presenta fallas de colocación, más extendida que en 2008. Un gerente de supermercado señala que en menos de una hora se venden los inventarios del lácteo. De Argentina, Brasil, Uruguay y Nueva Zelanda se importan toneladas de materia prima, que luego se empaca en las empresas lácteas.
La producción nacional líquida y el producto final tiene control de precio desde 2003. El Gobierno regularizó los precios de ventas de las presentaciones y modalidades desde el sector primario al agroindustrial, comercial y detallista.
Para María Viloria, consumidora, obtener leche en los anaqueles de los mercados se volvió una acción de «casualidad». Hay un «déficit del alimentos» y los consumidores carecen de disponibilidad para comprar. «La situación es que a veces no hay, y si consigues, la compras».
Marlene Ugarte, ama de casa, cada sábado va a PDVAL, ubicado en El Milagro, antiguo edificio Chichilo. En la red socialista busca Leche Venezuela. Dos o tres sobres logra comprar. «Consigo cuando tengo tiempo, y aceite también».
María Viloria. Consumidora
«Siempre hay déficit de algún producto y es de los de consumo diario. Cuando no es margarina, es harina, aceite».
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