Uno de los productos que se verá más afectado con el fenómeno de El Niño es la leche, especialmente la cruda que se comercializa en la capital risaraldense en los barrios populares.
En entrevista con El Diario del Otún, Álvaro Londoño Meléndez, secretario de Desarrollo Rural, señaló que la producción del liquido en el municipio es sensible ante los cambios climáticos como ya sucedió en el más reciente fenómeno de La Niña.
Esta problemática ocurre porque la ola de calor afecta de forma grave los pastos, principal fuente de alimento de las vacas lecheras, por lo que producen menor cantidad de este lácteo lo que se ve reflejado en un incremento del costo del mismo y una menor cantidad para comercializar.
Recomendación
Para mitigar los inconvenientes del fenómeno climático, la Secretaría de Desarrollo Rural ha iniciado una campaña para que los productores hagan uso adecuado del agua.
Desde que el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, Ideam, anunció la llegada de El Niño, se han realizado visitas técnicas donde se les explica a los ganaderos cómo hacer un uso adecuado del agua y no se reduzca en gran medida la producción de leche.
Empeorará
Aunque las altas temperaturas se vienen presentando en la ciudad durante las últimas dos se manas, todavía se presentan lluvias aisladas, por lo que aún no hay un decrecimiento marcado en la producción de leche.
Hasta el momento en el municipio no se reporta mortandad de animales por la ola de calor, al igual que el daño de cultivos por esta razón.
Sin embargo, Londoño Meléndez señaló que desde septiembre se presentarán calores más intensos y en los meses de diciembre, enero y febrero es cuando el fenómeno climático alcanzará su punto máximo secando aún más los pastos para el consumo de los bovinos.
Medidas
Entre las acciones que deberían tomar los productores de leche están construir reservorios, tanques de almacenamiento entre otros, con el fin de aprovechar las lluvias y poder usar el agua para mantener húmedo los pastos.
Igualmente se le pide a los ganaderos no despejar totalmente los suelos y utilizar la naturaleza, como árboles y maleza para mantener cubiertos en cierta medida los pastos y no se presente una evaporación del agua.
Aunque las grandes empresas de lácteos no tendrían mayores inconvenientes con la ola de calor, no sucedería lo mismo con los pequeños ganaderos que cuentan con pocas hectáreas para el cultivo de pasto. Cerca del 15 % de los pereiranos consumen leche cruda directamente del sector rural de la ciudad.
