SERVIMEDIA. La productos lácteos y la carne fueron más caros que nunca en 2013, al alcanzar una media de 242,9 y 184,4 puntos, respectivamente, según datos recopilados por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y dados a conocer este jueves.
La FAO elabora desde 1961 un Índice de Precios de los Alimentos de forma ponderada atendiendo a los intercambios comerciales de una canasta de cinco principales grupos de productos básicos: cereales, aceites vegetales, lácteos, carne y azúcar.
Según esta agencia de la ONU, 2013 fue el tercer año con los precios más altos de la historia, con una media de 209,9 puntos, 3,5 puntos menos que en 2012 y por debajo del pico de 230,1 puntos alcanzado en 2011.
La abundancia de suministros empujó a la baja los precios internacionales de los cereales (con excepción del arroz), aceites y azúcar, pero los lácteos superaron su valor máximo y la carne también marcó un récord.
Así, los lácteos se situaron en una media de 243 puntos, su valor anual más alto desde 1961. La FAO señaló que la demanda de leche en polvo, especialmente de China, siguió siendo elevada, en tanto que los fabricantes en el hemisferio sur se centraron en este producto y no en la mantequilla y el queso.
Además, los precios de la carne superaron los máximos históricos, con 184,4 puntos, 2,4 más que en 2012 y 1,1 más respecto de 2011. La carne de bovino y de cerdo subieron (la demanda de China y de Japón se tradujo en un crecimiento constante en el vacuno desde el pasado mes de junio), en tanto que el coste de las aves de corral se mantuvo estable y el de la carne de ovino descendió.
Por el contrario, la FAO indicó que los precios de los cereales promediaron 219,2 puntos durante el año pasado, 17 puntos por debajo de 2012. La abundancia mundial de suministros, tras las cosechas récord en 2013, continuó ejerciendo una presión a la baja, en particular sobre el trigo y el maíz.
En cuanto al azúcar, su precio medio anual fue de 251 puntos, por los 305,7 de 2012 y 368,9 de 2011; esta caída se debió a las mayores disponibilidades para la exportación. Los aceites vegetales se situaron en un promedio de 193 puntos, muy por debajo de los 224 puntos de 2012; no en vano, el aceite de palma cayó a su nivel mínimo en los últimos cuatro años.
