El Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea entrará en vigencia provisional, el 1 de agosto del presente año, situación que terminará de empeorar la crisis del sector lácteo colombiano. Para el primer año de vigencia de este tratado, es decir hasta 31 de diciembre del 2013, las concesiones otorgadas por Colombia se distribuyeron de la siguiente manera: leche en polvo, 4.000 toneladas; lactosueros 2.100 toneladas y 2.300 toneladas de quesos. Con la entrada en vigencia del TLC con la UE se incrementa el riesgo para el sector lácteo colombiano, ya que existe la posibilidad de incrementar las importaciones de lácteos con ingreso preferencial (cero arancel) en 9.510 toneladas. Esta cantidad representa el 29% de las 32.294 toneladas importadas en 2012. Este panorama, al ser aprovechado por la industria, podría generar una disminución en el volumen de acopio de leche fresca lo que presionaría su precio a la baja, disminuyendo notablemente los ingresos en los ganaderos colombianos. No hay duda que para el sector lechero colombiano, el cual se encuentra en una posición desfavorable, con grandes asimetrías, frente a los países de la Unión Europea, le resulte preocupante la entrada en vigencia de dicho tratado, lo que abre las importaciones de productos lácteos, considerando incrementos hasta del 100% en productos originarios europeos como en el lactosuero, cuyo uso es tan diverso en la industria de alimentos, que abarca desde galletería, chocolatería, panadería, hasta en bebidas y diversos alimentos funcionales, alimentación de cerdos, industria farmacéutica, fertilizantes, entre otros. Con este panorama la situación es cada vez más desalentadora para las 300 mil familias de pequeños y medianos ganaderos del país, a quienes desde ya se les está pagando a precios irrisorios el litro de leche y en los peores casos no se les está recogiendo el producto, lo que afecta el sustento diario para sus familias. Mientras el Gobierno Nacional no tome acciones concretas e inmediatas para dar solución a los problemas coyunturales y estructurales del sector, y además no se pase del discurso mediático a la acción en el campo, la quiebra de 300 mil familias ganaderas es inminente.
