La producción del líquido no ha igualado la cifra de 1 millón de litros diarios que se producían en 2010. Ministerio de Agricultura invertiría $86 mil millones para avanzar en productividad.
La situación para el sector lechero del Valle de Ubaté no ha sido la mejor en los últimos tres años, especialmente por la caída de cerca del 28% en el precio del litro de la leche que enfrentan los productores. Pero, mientras otros gremios de la costa norte y el centro del país se alistan para el paro nacional agrario, asociaciones de la región buscan salidas a la crisis para evitar unirse a la manifestación. Una de ellas es un proyecto piloto del Gobierno para fortalecer la competitividad en la zona con una inversión de $86 mil millones.
En la capital lechera de Colombia, los ganaderos y la administración coinciden en que la provincia no se ha recuperado de los estragos que dejó la ola invernal de 2010 y 2011, cuando por cuenta de las inundaciones los ganaderos tuvieron que vender vacas que costaban $2 millones a tan sólo $400 o $500 mil en el mejor de los casos. La tierras quedaron devastadas y, según cálculos de la Asociación de Ganaderos del Valle de Ubaté , entre el 10% y el 16% de los ganaderos desertaron y el volumen del ganado cayó a la mitad.
Antes de la ola invernal, la provincia tenía una producción de leche cercana al millón de litros diarios y hoy apenas llega a los 450 o 500 mil litros, explica el alcalde de Ubaté, Carlos Santa Ana. La difícil situación la sufren tanto los ganaderos como el campesino que vive de la venta del líquido que proveen sus dos o tres vacas, pues hay personas que reciben entre $500 y $700 por el litro de leche, cuando el precio mínimo indicado por la normatividad nacional es de $780, anota Giovani Pinilla, vicepresidente de la Asociación.
Otro de los problemas que enfrentan hoy los productores es que en algunas zonas los procesadores o intermediarios de la cadena productiva no están comprando la leche y mientras tanto tienen que seguir solventado los precios de mano de obra, compra de medicamentos y concentrados para los animales.
Frente a este panorama, el principal argumento de la industria ha sido la sobreproducción del líquido. Jorge Andrés Martínez, director ejecutivo de Asoleche, asegura que en el país las zonas afectadas por el invierno se recuperaron en un momento en el que, además, “los programas sociales con suministro de leche se han detenido, como algunos con Bienestar Familiar, que nos llevan a tener excedentes de producción”.
Por otra parte, el malestar por la caída en los precios también ha sido generado por el aumento de importaciones de leche en polvo y productos como lactosuero como parte del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Para Patricia Escobar, esto se traduce en una desprotección por parte del Gobierno. Tales serían las molestias que la Nación decidió firmar un decreto para desacelerar la compra de leche a Argentina, que en 2012 le vendió al país 7 mil toneladas del producto.
En medio de esta larga lista de reclamos, que además se repiten en la mayoría de zonas lecheras del país, otros gremios agricultores les han coqueteado a las asociaciones ganaderas de la provincia con el ánimo de que se sumen al paro nacional del 19 de agosto. Con este telón de fondo, el Gobierno decidió tomar medidas y hace dos meses y medio la Alcaldía municipal organizó el foro lechero para buscar soluciones a la crisis.
Una de las ideas que el alcalde Santa Ana promueve es que los ubatenses puedan tener una planta de procesamiento propia para reducir la cadena productiva y que no se presenten las altas diferencias en los precios de compra a los ganaderos. Esto debido a que hoy una persona que tiene dos vacas puede recibir $300 menos que un ganadero que tiene su finca certificada. Se trata de una iniciativa que acompaña la Secretaría de Competitividad de Cundinamarca, y cuyo principal problema es que necesitaría cerca de $1.600 millones para hacerla realidad.
Por esta razón no todos en la provincia están convencidos de esta solución. Sin embargo, ven con buenos ojos que como resultado del foro se hayan agrupado en una federación 39 asociaciones de productores de la provincia. Para fortalecer la idea de la asociatividad, se requeriría el apoyo estatal para generar calidad adecuada de los productos, como resalta Alberto Naranjo, director de la Facultad de Economía de la Universidad de la Sabana.
La Nación también decidió acelerar su búsqueda de soluciones ante los reclamos del gremio en Ubaté, y ahora el Ministerio de Agricultura trabaja en un proyecto piloto para promover la competitividad del sector. Según cuenta Pinilla, quien lidera el plan como representante de los ganaderos, la idea es que los mismos productores presenten proyectos a la entidad del Gobierno, que recibirían en total un apoyo de $36 mil millones en el primer año y $50 mil millones en el segundo.
La estrategia sería generar proyectos para que el productor no dependa solamente de la leche y pueda producir insumos como el maíz, pero sólo para venderlo a los demás ganaderos. “Así, no dependeríamos de cuatro o cinco casas que tienen el monopolio, porque a pesar de que este grano baja de precio en el mundo, ellos no lo reducen acá”.
Otras opciones son que los productores hagan mejoras en los procesos sanitarios con los lácteos, ya que este es uno de los principales problemas para la exportación.
Además de esto, junto al Ministerio se realizará la sistematización de censos de intermediarios y productores para evitar las desigualdades en el precio de venta de cada uno de ellos, y que algunos rindan la leche obtenida con productos como el lactosuero. Ahora, lo que queda es esperar que la Nación cumpla, porque los ganaderos y campesinos aún son escépticos ante estas promesas, como lo reconoce Pinilla. De esto depende el que las asociaciones de Ubaté se decidan a no participar en el próximo paro.
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