En el Quindío el sector lechero está en contra de la importación de leche en polvo, ya que las grandes cantidades que han entrado al país y los bajos precios que ofrecen los importadores no les permite vender de manera rentable el líquido.
“En este momento el principal problema o enemigo que tenemos es el producto en polvo que traen las empresas desde otros países, para lo que el gobierno ha dado total autonomía afirmando que por el fenómeno de ‘El Niño’ —que no existió— se preveía una escasez en el alimento”, indicó Bertulio Restrepo Jaramillo, representante legal de Asociación de Productores Agropecuarios de Génova, Apragen.
Explicó que por el desfase en el pronóstico del clima no hubo desabastecimiento y ahora toda la leche deshidratada está represada en el país y se vende a bajo precio y para ellos competir tienen que vender más barato de lo que deberían.
“En el municipio, quienes estamos vinculados al centro de acopio, aportamos entre 1.500 y 1.700 litros al día y aunque no estamos perdiendo producción porque tenemos contrato anual con una industria quindiana, sí hay que decir que el precio al que vendemos no es el que nos conviene”, dijo.
Resaltó que hay otras empresas con las que se puede comercializar, pero algunas compran solo una cantidad limitada y otras pagan muy poco. “En este momento estamos vendiendo el litro a 970 pesos, lo que no es malo a comparación de otros productores del Quindío”.
Frente a la situación de las asociaciones de otros municipios, Paula Andrea Hernández Zamora, directora ejecutiva del Comité Departamental de Ganaderos, dijo que la baja en el pago y el tope de compra que impusieron algunas empresas ha obligado a los ganaderos a destinar la leche para alimentar terneros y producir derivados lácteos como el queso.
“Hay ganaderos vendiendo a $500 el litro para poder que se lo compren e incluso algunos han tenido que regalar o donar el producto”, afirmó.
De otra parte, Hernando Molina, representante de la Asociación de Productores Agropecuarios de Filandia, aseguró que hacen falta políticas del Estado para garantizar el precio justo de la leche que debería ser de por lo menor $1.100.
“Las organizaciones que nos compran están haciendo lo que quieren con nosotros, y este año ya han bajado el pago monetario por litro en tres ocasiones”, relató.
Afirmó que de la producción total del municipio, el 20% se destina a derivados lácteos, el 30 o 40% al comercio formal y el resto al mercado informal.
“Aparte de ser urgente concertar un precio justo con el gobierno nacional, se debe hacer una campaña con la población, para que apoye lo nuestro y la comercialización se haga directamente del productor al consumidor, sin tener que pasar por terceros que además someten el producto a procesos con agua y otros elementos”, aseveró.
Asimismo, anticipó que en caso tal y no se llegue a un acuerdo con el Estado mediante próximas reuniones que tienen programadas, el gremio en el Quindío se uniría a la jornada de paro nacional que está programada para julio de este año.
¿Por qué el producto importado es más barato?
De acuerdo con pronunciamientos hechos por José Félix Lafaurie, presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, muchas de las importaciones son procedentes de Estados Unidos y en este país el año hubo un incremento del 192% en las exportaciones de leche en polvo, y las compras de este producto a diferentes países totalizaban 2.785 toneladas en solo un mes, lo que equivale al 12,6% de los contingentes aprobados para el año.
Explicó que la cosecha de maíz de USA sobrepasó las expectativas de producción, lo que causó una reducción en los costos de producción de la leche fresca y esto se ha evidenciado en el precio de venta a los mercados mundiales.
“El precio de la leche en polvo que se produce en Colombia, ronda los US$5.000 por tonelada debido a las dificultades de competitividad que tiene el sector. Sin embargo, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, se estableció un precio de US$3.713 por tonelada de leche en polvo”, señaló.
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