Alquería, como Coca-Cola, Mercadolibre y otras multinacionales, ya empezó a fijar sus intereses expansionistas en Cuba. De acuerdo con Carlos Enrique Cavelier Lozano, presidente de la organización fundada en 1959, la isla está importando 40.000 toneladas de leche en polvo al año, lo que la convierte en un atractivo para los productores locales.
De lo anterior, de las proyecciones de crecimiento de la compañía tras consolidar los negocios con Freskaleche y Danone, y de la necesidad de un fondo de estabilización de precios en el sector, habló el ejecutivo en Inside LR.
¿Cómo le fue en el primer trimestre a Alquería, está conforme con los resultados?
Alqueria logró cumplir los objetivos de generación de caja en el periodo mencionado. Las ventas estuvieron apretadas, pero omitimos algunos gastos para lograr dicho flujo. Ya no estamos enlistados en bolsa, pero la IFC que es nuestro socio, requiere un reporte trimestral que es exigente y necesario para mantener las buenas relaciones que ya tenemos.
Pero háblenos de cifras, ¿cuánto vendió Alquería?
El año pasado, si se hubiese consolidado la operación de Freskaleche, con quienes se cerró el negocio gerencialmente, pero no legalmente, sumado a la alianza entre Danone y Alquería se pudo rodear el $1 billón.
¿Cuáles son las proyecciones de crecimiento en ventas?
Creemos que tendremos un crecimiento entre 5% y 6% al corte de 2015. Lo anterior, como resultado de la consolidación entre Alqueria, Danone y Freskaleche.
¿Se están preparando para incursionar en un nuevo segmento?
Tenemos varios lanzamientos que se han pospuesto por temas del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), que es algo normal. Esperamos innovar en el sector de leche, crema y otros, pero lo contaremos cuando sea el momento indicado. No lo hago ahora para no generar ruido. En Alquería tenemos una política de innovación desde hace 20 años.
Tras la alianza con la francesa Danone y la compra de Freskaleche, ¿cuál es el balance y resultados de los nuevos productos que sumaron al portafolio?
Cuando se hace una alianza como la que se hizo con Freskaleche, la situación es similar a cuando alguien adopta un hijo, ya que hay que desarrollar la relación. Con Danone van ocho años desde que firmamos el contrato y aún no hemos llegado al punto de equilibrio. Estos son procesos complejos que pueden durar hasta una década. Por ejemplo, el mercado del yogur es complicado y tenemos un muy buen competidor que es Alpina. Danone nos ha ayudado a entender como funciona el negocio en el mundo, porque con frecuencia van ejecutivos de la compañía a diferentes ciudades como París, y esas experiencias impulsan el negocio hacia adelante.
¿Cómo ve el potencial exportador y en qué mercados quieren ingresar?
Nuestro potencial exportador en la industria lechera se debe ceñir a productos de alto valor agregado o de bajo volumen, como el arequipe o los quesos, que en nuestro caso, no tenemos. Nuestro arequipe ya está en Estados Unidos, y su crecimiento es lento. El mayor potencial lo veo en la leche en polvo y con Freskaleche, puedo decir que tenemos un paso adelante en el mercado exportador. Estamos trabajando para que la leche que no se consuma localmente se pueda exportar a precios internacionales. El potencial, en ese sentido, es enorme.
¿Dónde podrían llegar las empresas colombianas con leche en polvo?
Rusia, Turkmenistán y un par de lugares más en Europa, lo que pasa es que no nos dan los costos. Hay que desarrollar políticas que nos permitan la salida hacía esos lugares. Cuba, por ejemplo, importa 40.000 toneladas de leche en polvo al año, y ahí hay una oportunidad.
¿Qué hay que hacer para que la industria aproveche?
Registrar las plantas locales de leche en polvo en Cuba y hacer la diplomacia económica con el Invima y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) para empresas como Coolechera, Alpina, Alquería, Coleche, Parmalat, Colanta y otros jugadores del mercado como nosotros. En esa medida se podría empezar a exportar a Cuba con costos que sean interesantes para los industriales.
¿Cuánta leche en polvo está exportando el país?
Colombia exporta casi cero. Este año, con la reunión de interesados del sector, se podría llegar a exportar entre 6.000 y 8.000 toneladas de leche en polvo a US$2.500 o US$3.000, que es el precio internacional. Eso daría US$20 millones, que es una cifra pequeña si se compara con un mercado que vende aproximadamente US$83.000 millones al año.
¿Cómo ve la relación con los productores y en general, en toda la cadena de producción?
Es una relación que ha mejorado mucho en varios aspectos y está basada en el crecimiento de la industria. Pero está claro que se puede seguir mejorando cuando entendamos qué es lo que pasa en el mercado de manera conjunta. Colombia abandonó el campo, y así es muy difícil que se produzca desarrollo, más, si tenemos en cuenta que la mano de obra joven se fue hacía otros sectores, sobre todo, fabriles.
Se habla de un cambio en los precios de la leche debido a una sobreoferta, ¿qué cree que está pasando?
En el mundo todo cambia como la TRM o el precio del café, y con la leche se ha planteado un imaginario de que no debe variar. Eso es un exabrupto que permite que el mercado no absorba efectivamente los excedentes, porque tenemos una política de cuotas en un sector formal. Con la creación de un fondo de estabilización, en el que nosotros (las empresas) queremos aportar un dinero, los excedentes se podrán absorber por el mercado internacional.
¿Quién es?
Es antropólogo y sociólogo de la Universidad de Vermont en Estados Unidos, de donde se graduó con honores. Posterior a ello, hizo una maestría en administración pública y una especialización para presidentes de empresas familiares en la Universidad de Harvard.
En 1992 llegó a Alquería para innovar y ponerle sello de tecnología a todo el proceso de la firma fundada en 1959. Desde su participación en la entidad se gestaron importantes movidas como la con la compra de la empresa bumanguesa Freskaleche.
En su hoja de vida también pesan cargos públicos como el de concejal y asesor del Ministerio de Agricultura.
Las opiniones
William Salazar
Analista de economía
“Cuba se vuelve atractivo para las grandes empresas porque en este momento la estructura es muy barata. Es una inversión a largo plazo”.
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