Una inmensa preocupación cobija al grueso de los ganaderos de Magangué, ante la inminente rebaja de demanda de leche en la ciudad, lo cual se deriva del hecho de que varias de las más importantes empresas pasteurizadoras del lácteo en la costa, y que por muchos años se acopiaron en esta ciudad, hayan dejado de recibirles el producto, dejándolos con “el balde colgado”.
De los más de 150 mil litros de leche que se comercializaban a diario en esta zona de la costa, hoy solo son recibidos diariamente 53 mil, por parte de la única empresa que cree en la región, se trata de Proleca, con el atenuante que los domingos no les recibe el producto, lo cual les ocasiona traumas ya que ellos deben ordeñar su ganado, y de no hacerlo el domingo, les causaría serios problemas a sus animales.
La partida de la ciudad de empresas como Parmalat, Proleche, Coolechera y la local Hatoblanco, ya ha dejado graves consecuencias dentro del mercado lácteo local, a lo largo de los últimos años son muchas las lecherías tradicionales que han dejado de producir, se conocen casos como María Eugenia Botero Botero, Yolanda García, Roviro Menco, Carlos Alberto y Ricardo Botero Maya, Álvaro y Gonzalo Botero Maya, Herederos de Julián Benavides, Wilfrido Benítez y otros, lo que ha redundado en muchos problemas para el gremio.
Hoy los ganaderos se están viendo abocados a raíz de esta situación a reducir su personal, dejando sin trabajo a muchas personas que solo saben trabajar la ganadería, de aquí se desprenden serios y graves problemas que es menester analizar en común, y no solo el gremio ganadero, todos los gremios de la producción local y regional, pues si bien es cierto que el problema de la leche hoy por hoy es un problema nacional, Magangué se está viendo seriamente afectada, se ha incrementado la inseguridad en el campo, se volvieron a ver casos de abigeato, los ganaderos se sienten solos, no consideran que hay un gremio en la ciudad que pelee por sus derechos y les garantice seguridad, es por ello que de continuar estos desmanes, sumados a la poca demanda de la leche, se van a presentarán grandes cambios que poco favorecerán a las clases menos favorecidas.es de leche de la ciudad.
Hoy a los productores de leche locales, solo les quedan dos caminos, venderles el litro de leche a Proleca en $830 (llegó a costar $1.100) o vendérselos a queseros en $500, un gran dilema para un gremio que le ha dado tanto a Magangué y que hoy no cuenta con un alcalde que saque la cara por ellos y mucho menos un gremio unido que busque un norte para salir de este atolladero.
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