La crisis económica que ha permeado al sector lácteo por cuenta de factores como la revaluación del peso, los TLC, las importaciones, el contrabando y la caída en los precios, le empieza a pasar factura a algunos jugadores de este negocio.
El balance que deja Córdoba, una de las regiones más prosperas de la ganadería, no es el más alentador. Una lechería oficialmente cerrada y cuatro en proceso de venta de sus animales, da muestra de que para muchos la actividad láctea se ha vuelto insostenible.
Alfredo García, presidente de la Federación de Ganaderos de Córdoba, aseguró que muchos productores que se han dedicado desde hace más de 30 años al negocio lechero han tenido que replantear su vocación con cambios en las líneas de negocio.
Para el dirigente gremial de seguir así, el empleo en la región se vería impactado significativamente, si se tiene en cuenta que la lechería constituye la línea ganadera que mayor mano de obra genera. “Una lechería puede emplear de 10 a 15 personas”, dijo García.
No obstante, el directivo señaló que esta situación se veía venir para los ganaderos cordobeses y en general para todos los productores nacionales que han visto caer de manera drástica sus ingresos ante el incremento de las importaciones de leche en polvo del Cono Sur y las inundaciones de lactosueros en el mercado interno.
“Estamos capoteando los primeros obstáculos que se acrecentarán con la entrada en vigencia del TLC con la Unión Europea. Es decir esto se va a volver cada vez peor y si el Gobierno no toma medidas claras, estamos condenados a la desaparición”, añadió García.
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