#Chile: Precios altos para los productos lácteos

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Los buenos valores por los productos lácteos -entre US$ 4.400 y US$ 4.700 la tonelada- mueven el mercado mundial hacia una recuperación tras la baja productividad debida a problemas climáticos.
Nueva Zelandia el gigante exportador lechero produjo el año pasado 22% menos, debido a la sequía que afectó a sus zonas productoras. Como la oferta de ese país se vende vía contratos y remates de Fonterra, los neozelandeses decidieron honrar sus acuerdos anteriores y disminuir a casi la mitad el volumen a remate. Eso hizo que rápidamente el pánico de los compradores se hiciera sentir.
Este episodio está considerado como la razón principal por la que se dispararon los precios en los últimos dos meses, los que superaron los 5.000 dólares.
Pero también hubo menor producción en importantes zonas productoras como Australia, Argentina, Uruguay y Brasil.
Eso indica que los factores de presión al alza sobre los precios fueron múltiples.
El año pasado Estados Unidos eliminó 200 mil vacas, como estrategia para mantener sus niveles de precio. Esto lo puede hacer porque tiene un fondo de financiamiento especial para pagarle al productor.
Otro punto importante es que Asia mantiene su crecimiento sobre el 8% y aumenta sus consumos de lácteos en forma impresionante. Hace cinco años en China tomaban entre 11 y 15 litros per cápita al año y ahora se acercan a 40 litros, aunque hay opiniones que señalan que 50 sería la cifra real.
A nivel mundial la oferta crece al 2% y la demanda al 3%. Eso se viene repitiendo en los últimos 15 años.
En este escenario, los analistas anticipan que el precio internacional para este año se moverá entre 4.400 y 4.700 dólares la tonelada de leche entera en polvo -el parámetro más importante considerado- y no a los precios locos que se dieron en las últimas semanas.
A pesar de la baja en la cotización, es bastante superior a US$ 3.200/ton que se conocieron el año pasado.
“Los casi US$ 6.000 a los que se llegó es un espejismo; no son sostenibles en el largo plazo, y es malo que se mantenga a ese nivel, porque las caídas son muy fuertes, y segundo, porque hace rentables a los ineficientes”, señala Marcelo Alonzo, gerente de Estrategia Agropecuaria de Nestlé.
Otros analistas del sector coinciden con ese rango, aunque añaden un nuevo factor de incertidumbre respecto de lo que ocurrirá con el Hemisferio Norte por las inundaciones en Europa a causa de las copiosas lluvias que están deteriorando la producción. A eso se añade que no se sabe lo que ocurrirá con la primavera neozelandesa. Los últimos movimientos en el comercio internacional exhiben precios para entrega en julio de US$ 5.230, mientras que para agosto de US$ 4.400 y US$, 4.300.
“Pese a eso, veo bien el futuro, con precios similares al nivel de ahora o levemente inferiores. Veo como piso lo que había antes del alza. Eso es un muy buen panorama para Chile”, señala un ejecutivo de una lechera.
El clima no perdonó en la última temporada
No hubo regiones productoras relevantes que no tuvieran algún problema con el clima en el último tiempo.
“La producción mundial en los últimos meses en todas las regiones estuvo bajando. Los primeros cinco meses respecto del año pasado fueron prácticamente negativos, fundamentalmente por problemas climáticos y por la mala relación entre los costos de los alimentos y el precio de la leche. Eso ahora se empieza a revertir”, señala el economista argentino José Quintana, socio fundador de la consultora Economía Láctea, quien será uno de los relatores del próximo seminario internacional ChileLácteo, que desde el 20 al 21 de junio desarrollará Fedeleche en Valdivia.
Los problemas que tuvo Nueva Zelandia en la primavera y verano pasados se tradujeron en marzo, según datos preliminares, en una baja de 16%, aunque este mes no va a cerrar con una caída tan importante en la producción.
Sin embargo, según Quintana, Europa y Estados Unidos se mantuvieron estables y en algún caso bajando, pero poco.
Argentina, en tanto, viene con una baja muy fuerte de producción desde el segundo semestre del año pasado, que lo llevaron a caídas a tasas de 8 a 9% en los primeros meses de este año, comparados con igual período del año anterior. “Ahora el clima se está componiendo. Esperamos que el segundo semestre sea positivo. Al recuperarse el precio de la leche, la relación con los granos vuelve a ser favorable y conviene suplementar más las vacas”, agrega José Quintana.
Uruguay no se libró de la caída productiva, aunque fue menor que en Argentina. Ese país viene con una baja en el primer cuatrimestre de este año de 5% respecto del mismo período del año pasado. Las razones son similares a Argentina, pero por clima más que por alza de los granos.
Brasil también registra una baja del orden de 3,8 por ciento en el primer cuatrimestre de este año. Con esto, el gigante sudamericano se ve obligado a demandar más lácteos, lo que es una buena oportunidad para abastecedores como Argentina, Uruguay y el propio Chile, que tienen preferencias arancelarias.
Las empresas mundiales toman posiciones
Las proyecciones indican que para 2050 la población mundial aumentará en 2.400 millones de personas respecto de la actualidad.
De hecho, se calcula que en solo 17 años más los consumidores de la clase media en el globo sumarán 4.900 millones, con un fuerte aumento de Asia, que junto con África son las zonas con déficit comercial de lácteos.
Eso explica, según el análisis del economista francés Benoit Rouyer, profesional de Cniel, Centro Nacional de la Economía Láctea, una asociación que agrupa a tres federaciones gremiales, que el sector está en medio de una guerra entre las principales lecheras mundiales que están tomando posiciones en las zonas más expectantes de desarrollo. En esa lucha, un fenómeno interesante es la aparición de actores que vienen de otros rubros alimentarios.
Entre estos últimos está, según Rouyer, Pepsico, que es el nuevo operador que más ha invertido en los últimos años. Compró el líder lácteo ruso Wimm Bill Dann por cerca de US$ 5.000 millones, y recientemente se asoció con el grupo alemán Müller para producir y vender yogurts en Estados Unidos, con una inversión de US$ 200 millones para una nueva planta.
Coca Cola no se ha quedado atrás y está invirtiendo especialmente en América Latina. Adquirió la panameña Grupo Industrias Lácteas, más conocida por la marca Estrella Azul, que cuenta con tres plantas y mil trescientos empleados. Después sumó la empresa láctea mexicana Santa Clara Mercantil, de Pachuca, por unos US$ 200 millones. Y recientemente se asoció con la estadounidense Select Milk Producers, para generar y vender las bebidas lácteas Core Power.
Cuenta Benoit Rouyer, quien también participará como relator en el Quinto Congreso de ChileLácteo, que algunas empresas del negocio agrícola y materias primas, como las japonesas Itochu y Mitsubishi aterrizaron en el sector lácteo.
Otra es la singapurense Olam, con activos en varios países: participa en el capital del procesador lácteo neozelandés Open Country; tomó el control de NZ Farmings Systems Uruguay, que contaba con 72.000 vacas en junio de 2012. Recientemente adquirió el 75% de la empresa Ruslmoco, de Rusia, que tiene 52.000 hectáreas y 3.600 vacas. Además, es dueño del procesador lácteo nigeriano Kayass, desde 2012, por 85 millones de dólares.
El panorama de compras y ventas también llegó a la ganadería lechera
Entre muchos otros, se menciona a Trigon Agri, una empresa danesa y cotizada en Suecia, con cinco fincas cerealeras y dos lecheras en Rusia, Ucrania y Estonia, que representan casi doscientas mil hectáreas y diez mil vacas.
También la neozelandesa CraFar Farms, en la quiebra en 2009, fue adquirida por el grupo Shanghai Pengxin en 2012. En 2009 contaba con 22 fincas y veinte mil vacas.
Y también en América del Sur hay un proyecto que reúne al grupo colombiano Aliar y la neozelandesa DairySolutioNZ, que asociados esperan producir 23 millones de litros de leche por año, de 50.000 vacas de la región de Puerto Gaitán.
También los procesadores lácteos están en este dinámico proceso de compras y ventas.
Varios ejemplos los proporciona China. Nestlé empezó en 2012 la construcción de un instituto de capacitación en Shuangcheng para promover técnicas modernas de ganadería, que incluye casi once mil vacas distribuidas en tres fincas. El grupo chino Mengniu proyecta invertir US$ 550 millones para establecer de 8 a 12 fincas en Mongolia interior. Además, compró por US$ 400 millones el 28% de Modern Dairies, con 150 mil vacas en 20 fincas en China. Y el grupo neozelandés Fonterra posee dos mega fincas en la provincia de Hebei y planea tener cinco para producir 150 millones de litros por año, según el informe del experto francés.
Según el analista, la estrategia de los líderes lácteos se dirige a los países emergentes.
Destacan inversiones en los últimos meses en Asia, por grupos occidentales. Arla Foods y Danone participan en el líder chino Mengniu. La holandesa FrieslandCampina obtuvo el control de la filipina Alaska, por US$ 450 millones. Y Danone compró por US$ 240 millones la filial dedicada a nutrición del grupo indio Wockhart.
En África también hay movimiento.
En Marruecos, Danone aumentó su participación en la Centrale Laitière. El español Kaiku, filial del grupo suizo Emmi, adquirió participación mayoritaria en la tunecina Vitalait.
La cuenta de Rouyer también destaca que en los países emergentes aparecen líderes locales, como la china Yili, que multiplicó por nueve su facturación en nueve años, y Mengniu, que multiplicó sus ventas por 12 en menos de una década.
Otras asiáticas están en Nueva Zelandia, como el grupo lácteo chino Bright Dairy, que tiene el 51% de Synlait. Además las orientales , mientras que Yili y Yashili están en la de plantas de leche infantil.
En 17 años más los consumidores de clase media sumarán 4.900 millones de personas, con fuerte aumento en el Asia.
En los últimos meses la oferta mundial bajó en todas las regiones productoras relevantes a nivel mundial.
América Latina se mueveBenoit Rouyer resalta que empresas de América Latina inviertan en Estados Unidos. El grupo mexicano Lala compró 20 plantas y se volvió la empresa número dos en el mercado de la leche líquida de ese país. Y la colombiana Alpina abrió una planta de yogurts en EE.UU. con una inversión de US$ 18 millones.
Y la ola de inversiones llegó también a América Latina, con ejemplos como el de la planta de Nestlé en Osorno, dos proyectos en Uruguay por Conaprole y Estancias del Lago, y dos cooperaciones: una en Brasil entre la cooperativa irlandesa Carbery y el grupo brasileño Brasil Foods, en el área del suero; y otra en Argentina, entre el líder lácteo SanCor y el grupo norteamericano Mead Johnson, en leche infantil.
Revista El Campo
http://www.agritotal.com

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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