Aproleche promueve un sistema estacional de producción que esté basado en el uso de la pradera, como se aplica en países como Irlanda y Nueva Zelanda, y que debe mejorar los niveles de competividad del productor sureño. Pero hay que cambiar muchos hábitos, entre otros mandar las terneras tempranamente al pasto…
Chile en la actualidad es uno de los países del orbe con mayor cantidad de Tratados de Libre Comercio (TLC), suscritos y vigentes. En este contexto, posee preferencia arancelaria con más del 85% de la población mundial, condición que junto con posicionarlo en la mira de los grandes capitales, también lo instala con posibilidades concretamente amplias a la hora exportar y recibir en igual proporción las importaciones de productos, luego de pactadas las preferencias arancelarias recíprocas.
En esta plena incorporación de Chile al concierto mundial, el rubro lechero no ha está ajeno. Un sector ha ubicado a nuestro país entre las 40 naciones productoras de leche más importantes a nivel planetario, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO). Una realidad que abre nuevas oportunidades para conquistar mercados y también para recibir mercaderías.
Si bien las mercaderías fluyen libremente, se han desarrollado instituciones que pueden defender a los empresarios de las grandes distorsiones mundiales, como lo es la Comisión Nacional Antidistorsiones, encargada de investigar la existencia de distorsiones en el precio de las mercaderías importadas.
DESAROLLO TECNOLÓGICO EN POS DE LA COMPETITIVIDAD
Bajo este escenario, entidades como la Asociación Gremial de Productores de Leche de Osorno (Aproleche A.G.), ha trabajado en la búsqueda y difusión de alternativas que permitan a productores contar con las herramientas suficientes para tomar decisiones y lograr en definitiva, ser competitivos en toda circunstancia.
Al respecto, el gerente de Aproleche A.G, Michel Junod, relató que, “buscamos alternativas dentro del contexto global que puedan permitir a los productores dar un salto cuantitativo en competitividad. Por eso nos fijamos en Irlanda y en Nueva Zelanda, que siendo países desarrollados y con producción agrícola sin subsidios, todavía pueden competir en este mundo globalizado, ofreciendo leche a precios competitivos e incluso con productos commodity”, comentó.
En esta línea, Junod destacó que Irlanda y Nueva Zelanda han basado su éxito desarrollando el sistema de producción estacional. “La característica de su sistema es que ellos se basaron en la simplificación de los mecanismos y en el aumento de la productividad de sus factores, como la pradera, mejoras en la mecanización, el capital humano y la gestión. Con estas mejoras han logrado ser muy competitivos y aumentar sus producciones año a año, pudiendo competir con cualquier economía mundial, en temas lecheros”, sostuvo.
NUEVOS SISTEMAS DE MANEJO DEL REBAÑO LECHERO
En el ámbito de la difusión y transferencia de tecnologías, Aproleche A.G. a través de su Departamento de Innovación y Desarrollo (I+D), participa difundiendo un amplio número de iniciativas en colaboración con entidades públicas y privadas, además de acciones propias. De esta última área se desprende la iniciativa “Nuevos Sistemas de Manejo del Rebaño Lechero para la Zona Sur”, propuesto a productores en el marco de su segundo Programa de Difusión Tecnológica (PDT) cofinanciado por INNOVA Chile de Corfo.
Raúl Araya, jefe del Departamento I+D, explicó que el modelo emula al sistema estacional de producción y consiste en obtener la mayor cantidad de leche proveniente directamente del pasto, en el que se debe sincronizar los requerimientos del rebaño con la curva de crecimiento de la pradera.
“Para lograr esto, es fundamental el uso de ganado especializado (biotipo) para sistemas pastoriles. Dentro de las particularidades de este biotipo se considera aspectos como el peso vivo, que le permite ser eficiente en el uso de la pradera; la eficiencia reproductiva; el alto contenido de sólidos lácteos; y su resistencia inmunológica para las condiciones agroclimáticas del sur de Chile”, expresó.
Araya reveló que, como es un sistema basado en el consumo directo de la pradera, se requiere y se exige un monitoreo permanente de lo que está pasando en ella. “Es por ello que antecedentes como la tasa de crecimiento y la medición de la cobertura semanal y mensualmente, se hace fundamental para ayudar a la toma de decisiones”, manifestó.
El profesional indicó que otro punto relevante es el biotipo que se utiliza. “Éste, tiene un manejo diferente el cual lo hace único y parte con la crianza de la ternera. Esta crianza debe desarrollarse en pastoreo desde los primeros días de vida, ya que va a ser el sistema en el cual el animal va a permanecer durante toda su vida productiva, por lo que debe aprender a competir contra sus pares a muy temprana edad. Este sistema de crianza genera cambios anatómicos y fisiológicos, que le van a permitir expresar todo el potencial de la raza, cuya característica es la alta eficiencia en la transformación de la pradera en sólido lácteos”, resaltó.
Araya advirtió que para implementar este sistema, se debe tener en cuenta que la gestión económica es distinta. “En este sistema por alrededor de dos meses, se deja de percibir ingresos por concepto de venta de leche, por lo que la planificación económica dentro del negocio resultan fundamentales. Entre Octubre y Diciembre se perciben altos ingresos, y una fracción de ellos debiese guardarse para afrontar el invierno”, dijo.
En la misma senda añadió que, “de esta manera se generan interesantes rentabilidades debido a un costo de producción bajo en comparación al resto de los sistemas productivos. Con ello generamos un sistema productivo robusto y competitivo frente a frecuentes fluctuaciones de los precios internacionales. Por tanto, nos permite competir frente a otros mercados, dado principalmente por las condiciones edafoclimáticas que presenta la zona sur y particularmente nuestra región”, puntualizó.
PRESENTACIÓN DEL MODELO
Este modelo además de ser presentado a productores lecheros de la zona, también ha sido exhibido a profesionales asesores y extensionistas de diversas entidades del agro.
El médico veterinario y asesor de predios lecheros, Luís Altamirano, considera que es importante sopesar una serie de factores a la hora de implementar este sistema. “Muchos productores no tienen el animal adecuado para este sistema. El hecho de concentrar bastante los partos significa tener muchos terneros en un momento determinado en una época que no siempre es la mejor (estamos hablando de fines de julio a agosto), por lo tanto es necesario tener ahí una infraestructura”. Altamirano agregó que el sistema estacional, puede ser masificado con éxito en la medida de que se den a conocer las buenas experiencias registradas en la zona junto a las capacitaciones necesarias para su implementación.
Respecto a este sistema, Nathalye Díaz, Coordinadora del Proyecto PDT “Pastoreo” del Consorcio Lechero, comentó que, “hay productores más cercanos a este tipo de sistema que otros, independiente de ello, el uso de la pradera debe ser el foco. Si lo pueden hacer estacional y los costos se lo permiten, perfecto pero siempre aumentado el consumo de la pradera en forma eficiente, lo que va acompañado al aumento de las cargas. La idea es que todo esté enfocado a la producción de leche por hectárea”, apuntó. Díaz, agregó que las experiencias de productores en torno a este sistema, narrada por ellos mismos, podría ser un elemento de gran valor a la hora de transmitirlo.
En materia de praderas, el investigador en praderas y forraje de Inia Remehue, Alfredo Torres, sostuvo que el mejoramiento de este recurso es clave para bajar de manera importante los costos de producción. “El kilo de materia seca más barato para las vacas lecheras es el que da la pradera. El cultivo suplementario vale 3 ó 4 veces más caro y el concentrado cuesta 6 veces más. Por ello es fundamental apuntar a mejorar las praderas: mejorando la fertilidad del suelo; tener praderas muy productivas y de buena calidad; preocuparse del tema plagas, drenaje y riego; entre otros, con el fin de bajar los costos de producción”, estimó.
Torres añadió que, “el modelo de Aproleche muestra varios ejemplos en donde se habían bajado en forma importante los niveles de concentrado por litro de leche producido y eso apunta a lo mismo, bajar los costos de producción y hacer que el productor sea más eficiente. Lograr que el productor baje sus costos, deje de usar tanto concentrado, minimice el uso de cultivos suplementarios y focalice sus esfuerzos en las praderas no va a ser fácil, pero yo creo que Aproleche está muy bien encaminado”, subrayó, Alfredo Torres.
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