#Chile: La historia de los últimos productores que ordeñan a mano

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De los 800 socios de la Cooperativa Agrícola y Lechera de La Unión Limitada (Colun), Teodoberto Jaramillo es uno de los pocos productores que aún ordeña a la usanza antigua, es decir sin el manejo de ningún equipo tecnológico sofisticado que lo ayude en tal labor.
A sus 81 años de edad, dice que más de la mitad de su vida la ha dedicado a ordeñar. Una sacrificada labor que no deja de realizar aún cuando ahora enfrenta varias enfermedades, las adversidades climáticas a veces complican su tarea o las fluctuaciones de precio que se paga por litro de leche fresca tienden a bajar durante algunas temporadas.
Tal como este productor, Bernardo Calderón, de 80 años y del sector de Rapaco (La Unión), ordeña a mano todo el año para autoconsumo; Odita Santibáñez, del sector de La Poza (comuna de San Pablo) hace lo mismo, pero de forma estacional, de octubre a mayo.
Si bien el 90 por ciento de los productores de la zona ha mecanizado hace bastantes años su sistema de ordeña, aún quedan cerca de 60 lecheros en la provincia de Osorno que extraen la leche de forma manual, según una estimación del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) en Los Lagos, en base a la cantidad de agricultores que asesoran.
SISTEMA
Teodoberto Jaramillo todos los días se levanta antes que salga el sol. A las 6.30 de la mañana ya está fuera de su cama. Tal como ocurrió el miércoles 15 de mayo, cuando una helada dejó los campos de la zona completamente blancos.
Sin temor a los efectos de las temperaturas bajo cero, este adulto mayor se pone una abrigadora chomba de lana, una gruesa chaqueta, medias de lana y botas de goma para emprender el recorrido por el potrero donde se encuentran sus vacas, animales que cría en un campo de siete hectáreas y media de Rapaco.
Se demora alrededor de 15 minutos en rodear las nueve vacas de su propiedad, luego ordeña cuatro que tiene en un corral cerca de su casa.
Las encierra y busca lazos para manear las patas de los animales, también amarra su cabeza para evitar que realicen movimientos bruscos, lo pisen o boten el balde de aluminio donde deposita la leche.
Y si bien dice que existen algunas lecherías que ponen música para que las vacas se relajen y entreguen más leche, él prefiere dejar que el ternero de la vaca haga lo suyo.
Saca a la cría desde uno de los corrales y hace que la vaca lo amamante por cerca de dos minutos. Bajo la atenta mirada de Teodoberto, el becerro pasa por cada una de los pezones hasta que la leche baja. Luego, amarra el ternero cerca de la vaca, busca su pequeña banca de madera y un balde donde tiene agua limpia para lavar la ubre de la vaca.
Una vez que saca la saliva que el ternero pudiera haber dejado y el barro que las vacas acumulan en las ubres, saca un paño limpio para terminar de secar los pezones. Recién luego de esto, Teodoro inicia el proceso de ordeña.
Un trabajo que parece muy fácil, pero que necesita buena técnica y años de práctica para presionar el pezón de tal manera que permita sacar el máximo de leche en el menor tiempo posible y sin dañar al vacuno.
Hasta antes del accidente que enfrentó, este productor ordeñaba con las dos manos de manera muy coordinada y en menos de 10 minutos su labor estaba completada. Sin embargo, actualmente sólo ordeña con una mano, la izquierda, ya que con la otra sólo puede sujetar cosas muy livianas, así que la segunda de sus tres hijos, Lucila, le ayuda en las labores.
Despuésde15minutos, la ordeña de un animal llega a su fin, en esta época las vacas le entregan sólo entre 5 y 6 litros de leche al día, mucho menos de lo que dan en primavera y verano, donde alcanzan hasta 15 litros diarios.
La leche que extrae de sus vacas las almacena en un tarro de aluminio de 50 litros, que entrega a la planta Colun día por medio. Un contenedor que debe subir a una carretilla y trasladar caminando por cerca de un kilómetro hasta llegar al camino público donde pasa el camión de Colun, éste se lleva su tarro con la numeración 918-0, que corresponde a su cuenta de socio dentro de la cooperativa.
CAMBIO
Hace 50 años Teodoberto se inició en la ordeña sólo con una vaca, hoy tiene nueve, de las cuales cuatro producen permanentemente, mientras que otras están preñadas a través de un sistema de inseminación artificial que adoptó hace unos cuatro años al recibir apoyo de Indap.
Señala que el número de vacas que están en producción son suficientes para entregarle su principal ingresos, ya que la actividad la complementa con la crianza de ovejas, gallinas y agricultura de autoconsumo.
Teodoberto se prepara por estos días para enfrentar un gran cambio: por primera vez instalará en su propiedad una máquina de ordeña mecánica.
El equipo lo compró en agosto del año pasado, pero aún no ha podido usarlo por problemas con la potencia eléctrica que su nueva adquisición requiere. Si bien este mes terminó de pagar el equipo, aún no lo ha podido instalar.
“Ahora estoy esperando que llegue un motor más chico para que pueda funcionar y poner término al sistema que vengo utilizando hace 50 años”, comenta el hombre mientras saca leche de una de sus vacas.
Dice que aún no sabe cómo va a funcionar el sistema y que todavía no recibe capacitación de sus asesores, sin embargo espera que esta tecnología se traduzca en una mejora en su sistema de producción.
MANOS DE MUJER
Odita Santibáñez señala que desde que tiene uso de razón se recuerda al interior de un corral ordeñando vacas junto a su padre. Hoy, a sus 56 años de edad, todavía desarrolla esta actividad que le permite dar el principal sustento económico para su hogar.
“Toda mi vida he ordeñado a mano para entregar la leche a los camiones que pasaban por el sector”, dice la mujer oriunda de la localidad de La Poza, en San Pablo.
Odita tiene dos hijas, pero en este momento ya no está con ellas y debe trabajar sola en la ordeña. Se levanta a las 7.30 de la mañana para iniciar esta labor con sus cinco vacas, las que ordeña estacionalmente, entre octubre a mayo.
“Es un sacrificio enorme porque llueva o truene hay que salir igual a lechar, este es mi único ingreso”, cuenta.
El dinero que obtiene de la venta de leche a los centros de acopio y a particulares, le sirve para comprar forraje para sus animales, cuya venta son su principal fuente de ingreso.
Ordeña estacionalmente porque durante la temporada invernal comienza escasear el forraje y no cuenta con dinero suficiente para mantener un sistema de producción todo el año.
En octubre comienza su trabajo, entregando 50 litros de leche diarios, sin embargo con la entrada del invierno la producción decae a 18 litros por vaca. En este periodo sus animales inician el proceso de gestación.
Es a fines del mes de octubre cuando prepara la separación de las vacas y los terneros, pues estos últimos ya pueden pastar por sí solos, hasta que llegue el periodo de venta de los becerros.
Continuar con el proceso de ordeña es seguir con una tradición, aunque entiende que es muy difícil que esta práctica permanezca. “Me gustaría cambiar a la ordeña mecánica, porque con la edad que tengo cada vez me cuesta más hacer el trabajo”, dice la pequeña agricultora.
AUTOCONSUMO
Mientras la gran mayoría de los productores de la zona entrega a plantas receptoras o a otros particulares que elaboran una diversidad de subproductos lácteos, Bernardo Calderón cada mañana ordeña a mano para el autoconsumo.
Este agricultor del sector de Rapaco dice que hasta el año pasado entregaba leche a una planta receptora, pero a raíz del esfuerzo que implica esta labor, optó por extraer la leche solamente para autoconsumo y alimentar a sus animales que tiene en su parcela de seis hectáreas.
De todas formas se levanta a las 8 de la mañana para la ordeña de sus dos vacas y en sólo cinco minutos extrae 10 litros promedio a cada una.
SECTOR
El director regional de Indap en Los Lagos, Claudio Ernts, explica que en la Región deLos Lagos se estima que hay 1.200 a 1.300 productores que ordeñan los 12 meses del año y reciben la asesoría por la institución, 600 de ellos se concentran en las siete comunas de Osorno y un 90% actualmente cuenta con un sistema mecanizado, pues a través de esta labor se obtiene un mayor rendimiento y en menor tiempo de trabajo.
También hay cerca de 200 productores que ordeñan de manera estacional.
“Hay algunos que ordeñan sólo tres meses al año y muchas veces lo hacen a mano, es algo bastante artesanal, son agricultores que crían bien a sus terneros con las vacas”.
Entre estos productores hay un sector con dificultades para modernizar sus sistemas de trabajo, generalmente por el acceso a la energía eléctrica, o los costos económicos que se asocian a su implementación.
Sin embargo, es el sistema de mecanizado el que tiene una mayor presencia en los campos de la provincia, siendo una minoría quienes practican aún la ordeña manual.
“Actualmente tenemos muchos productores que están adoptando una serie de tecnología que va mucho más allá del equipo de ordeña, muchos tienen estanques prediales y están trabajando con un nivel de avance tecnológico mucho mayor”, dice Ernts.
http://www.camposureno.cl

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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