Chile: La gente tiene miedo de beber leche en Fukushima

El fértil campo ha sufrido y sigue padeciendo el estigma del desastre nuclear.
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El fértil campo ha sufrido y sigue padeciendo el estigma del desastre nuclear. Aún no bajan la guardia por temor.
Hiroshi Konno entiende que a la gente le dé miedo beber leche de Fukushima. Este ganadero tuvo que abandonar su granja tras el accidente nuclear y casi cuatro años después sigue luchando por poder dedicarse al único oficio que sabe hacer.
Su granja se encontraba en Namie, la localidad en la que nació y vivió toda su vida, a solo diez kilómetros de la central nuclear de Fukushima, azotada fatalmente por un terremoto y un posterior tsunami el 11 de marzo de 2011.
Se quedó para cuidar de sus vacas. La orden de evacuación total llegó pronto y su familia abandonó el pueblo el 17 de marzo, aunque él se quedó tres meses más.
«Tenía que cuidar de mis vacas. Esa era mi obligación y responsabilidad», explica Konno, de 55 años, que reconoce que aunque era peligroso quedarse allí, «mirar los animales me daba mucha paz».
Finalmente vendió sus 30 vacas lecheras por la mitad de su precio real y se unió a su familia en una localidad cercana donde vive desde entonces.
Su caso es solo uno más entre los 76 ganaderos que fueron evacuados de los alrededores de la planta tras el accidente, de los cuales solo 13 han podido volver a dedicarse al negocio de la leche.
La gente aún no se anima a tomar leche. El Gobierno prohibió toda la venta de leche de la región nada más tras producirse el accidente nuclear. La suspensión fue levantada un mes después, pero todavía cuesta que los consumidores se animen a comprar productos que provienen de granjas cercanas a la planta.
Oka insiste que «no hay nada que temer», ya que los niveles que registran la leche producida en su granja no superan los 30 bequereles por litro, muy por debajo del estándar de 100 bequereles que establece el Gobierno.
El agua contaminada. La central nuclear de Fukushima ya no se considera como un polvorín, pero el problema del agua contaminada sigue vigente y no se sabe cómo sanear las instalaciones. Cuatro años después del drama, esta es la situación en Fukushima.
– Reactores 1 a 3: esas tres unidades, cuyos núcleos se fundieron durante el accidente, se siguen refrigerando permanentemente y sus alrededores se limpian para reducir las radiaciones. Los equipos de la compañía Tokyo Electric Power (Tepco) y centenares de empresas subcontratadas realizan análisis frecuentes y mejoran, en la medida de lo posible, los equipos instalados para mantener la corriente de agua.
http://www.eldia.com.bo

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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