Una leve caída productiva muestra Chile en los primeros cuatro meses del año: 7 millones de litros de leche menos, equivalentes a una caída de 0,9 por ciento, fueron recepcionados en las plantas industriales que informan sus datos a la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa).
Marcada por una temporada estival compleja, entre enero y abril de 2012 la recepción de leche en las plantas que informan a Odepa alcanzó un volumen total de 713,9 millones de litros.
El análisis cuatrimestral que realiza la entidad estatal enfatiza que en marzo (+1%) y abril (+4,5%) se han apreciado recuperaciones productivas, incluso por encima de lo entregado en plantas en los mismos meses de 2011; pero todavía no alcanza para revertir lo ocurrido en los dos primeros meses de esta temporada.
Con ello, los datos del periodo enero-abril siguen por debajo del mismo ejercicio en 2011. Algo que, en todo caso, podría variar con los datos venideros.
De hecho, las proyecciones indican que la recuperación en el nivel total de recepción podría ser más evidente en mayo; ello, pues datos preliminares de las empresas más grandes señalan para este mes un incremento cercano a 7%, con lo que se podría empezar a revertir el escenario adverso expuesto a la fecha.
De esa manera, se plantea un crecimiento productivo anual en torno al 5%, en un escenario en que, según los pronósticos, se espera una primavera normal, lo que permitiría aumentar la estacionalidad de la producción, algo que se viene registrando con fuerza en las últimas temporadas.
A nivel regional, la realidad al mes de abril muestra que la Región de Los Ríos supera ya en 2% el volumen de leche procesado en 2012, siendo la única que muestra un crecimiento en su producción.
Mientras tanto, la Región Metropolitana da cuenta de una recepción de leche igual a la del año anterior. El resto, sigue con cifras negativas para las regiones del Bío Bío (-1%), La Araucanía (-1%) y de Los Lagos (-2,8%), respectivamente.
En cuanto a los precios medios pagados por la industria, los datos de Odepa exponen que éstos son superiores en 3,1% al de los primeros cuatro meses de 2011, situándose en torno a 193 pesos por litro.
No obstante lo anterior, en abril el precio promedio nacional en términos reales alcanzó algo más de 200 pesos por litro, levemente por debajo al de igual mes de 2011 (-0,1%), aunque 2,3% superior respecto del precio que se pagó en marzo de 2012.
A modo de comparación con otros países del continente, el precio promedio pagado en abril a nivel de país fue de 40,2 centavos de dólar.
En la región, este indicador se ubica por debajo a los 0,50 dólares por litro de Brasil; similar a Uruguay (O,4 dólares por litro); y por encima de Argentina (entre 34 y 36 centavos de dólar por litro).
Se trata de un escenario de precios que debería seguir de manera similar. Ello, pues la fuerte demanda de lácteos en el mercado interno, provocada por mejores condiciones económicas en general, debería mantenerse en el presente año. Y con ello, las ventas seguirían altas.
Todo estos factores sumados a la competencia entre las industrias por ocupar mejor sus ampliaciones de capacidad instalada, deberían anular una potencial baja, dando tiempo a que el mercado internacional se estabilice.
Asimismo, según lo comentado por los sectorialistas de Odepa Víctor Esnaola y Raúl Amunátegui, las relativas bajas del precio internacional de los productos lácteos, en particular el de las leches en polvo, no deberían reducir por ahora los precios internos a productor. Ello, pues se está entrando en el periodo invernal, cuando el país muestra aún cierta estrechez entre la demanda y la producción.
A ello se agregaría una cierta recuperación de los precios en los mercados mundiales.
La balanza
Entre enero y abril de 2012 las importaciones alcanzan casi US$ 51,3 millones, casi 50% más que en igual periodo de 2011 (US$34,3 millones). Expresadas en litros equivalentes, las compras superan los 107 millones de litros, 49% por sobre el volumen importado el año pasado en el mismo tiempo. Se trata de la cifra más alta de los últimos cuatro años: es tres veces mayor que las importaciones en igual periodo del año 2009 y más que el doble de 2010.
Según los sectorialistas, dada la época del año, esto está influido por un sostenido crecimiento de la demanda interna y la todavía débil respuesta productiva producto del pasado fenómeno de La Niña.
Las mayores alzas entre las importaciones se presentan en las leches en polvo, que en conjunto se aproximan a 4.600 toneladas, un 61,4% por sobre los volúmenes importados en igual época de 2011.
Del total de leches en polvo que llegaron en el periodo enero-abril, un 60% provino de Estados Unidos (2.661 toneladas) y en segundo lugar se ubicaron las de procedencia argentina, que alcanzaron cerca de 1.600 toneladas.
Las importaciones de quesos también han aumentado y alcanzan a 5.750 toneladas, más de 50% por sobre las de 2011. Como proveedor principal destaca Nueva Zelandia, con casi 2.300 toneladas y una participación de casi 40%.
Por su parte, las ventas al exterior del sector lechero en el primer cuatrimestre mostraron un aumento moderado; alcanzaron los US$ 83,7 millones, lo que representa un 11% de crecimiento respecto a lo registrado en igual periodo de 2011.
En litros equivalentes, las exportaciones se aproximaron a 155 millones, cifra superior en 5,6% a la del año anterior y –al igual que las importaciones- es la más alta de los últimos cuatro años.
La exportación de leches en polvo en el primer cuatrimestre fue muy activa y alcanzó a 8.835 toneladas, de las cuales casi el 48% (sobre 4.200 toneladas) se enviaron a Brasil, algo menos de 2.000 toneladas a Colombia y cerca de 1.600 toneladas a Venezuela. Otras 800 toneladas tuvieron como destino China y 200 toneladas se exportaron a Japón.
En tanto, el balance de quesos siguió siendo deficitario, con importaciones mayores que las exportaciones. Y la mantequilla ha seguido subiendo sus ventas (936 toneladas, un 39% más).
altos precios externos
Un punto a destacar es que la mayoría de los lácteos exportados durante los cuatro primeros meses de 2012 registraron alzas de precios, entre ellos la leche en polvo entera, cuyo promedio para el cuatrimestre se aproxima a US$ 3.950 por tonelada exportada.
También ajustaron sus valores medios de exportación la leche fluida, la leche en polvo descremada y, en casi 30%, las cremas.
El principal destino de las exportaciones lácteas chilenas durante 2012, continuó siendo México, que superó los US$22,5 millones en compras de lácteos (27% del total exportado por Chile a abril). Esto significó un aumento superior a 21% respecto de igual periodo del año 2011. Por ejemplo, casi 83% del total de quesos exportado (3.000 toneladas) se envió a México.
Debido a los altos volúmenes de leche en polvo importados por Brasil durante el primer cuatrimestre de 2012, dicho país surgió como segundo destino, aproximándose a un valor total de compras de US$ 16 millones, desplazando a Venezuela al tercer lugar, destino al cual se enviaron cerca de 2.000 toneladas de leches en polvo, con compras totales por alrededor de US$ 9,8 millones.
En cuarto lugar apareció Colombia, hacia donde se están enviando lácteos por cerca de US$ 9,4 millones de dólares, más de tres veces respecto de lo que adquiriera durante el año anterior en el mismo período.
Este país ha disminuido su producción a causa de intensas lluvias e inundaciones. Y Chile tiene ventajas arancelarias respecto de otros oferentes como Argentina y Uruguay.
demanda creciente
En la Federación de Productores de Leche (Fedeleche) consideran que la producción nacional se recuperará durante el año, de la mano de una demanda mundial creciente. Pero también por el consumo interno.
Esto es algo que reafirma Odepa, que expone en su análisis que la demanda interna ha experimentado un crecimiento fuerte en los últimos años.
“Se estima que el consumo per cápita, en litros de leche equivalente, que había oscilado entre 120 y 130 litros en los últimos diez años, en el año 2011 se habría aproximado a 139 litros equivalentes. En el año 2012 continúa una demanda en crecimiento por tercer año consecutivo, que se estima elevará el consumo, el cual podría alcanzar un récord en torno a 145 litros per cápita”, concluye el informe de los especialistas de Odepa.
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