Creció rodeado de vacas y terneros, en el campo de su padre en el sector de Chifín, cerca de Río Negro, donde él y su hermano Pablo prácticamente se alimentaba con leche recién salida de las vacas alimentadas con verdes praderas. Hoy Mario Momberg, médico veterinario egresado de la Universidad de Chile, está a poco más de tres meses de cumplir 80 años y relata sus experiencias con una lucidez y capacidad intelectual francamente envidiables.
El ex presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago) hoy está en pleno proceso de validación de una importante investigación de una leche rica en grasa y proteína, omega 3 y 6, que entre sus virtudes potencia el desarrollo físico e intelectual de quienes la consumen. Es una leche prácticamente igual a la que entregan en los consultorios de salud pública.
En su casa ubicada a casi tres cuadras del centro de la ciudad de Osorno, en la Región de Los Lagos, nos encontramos con este sencillo hombre. Allí, en su casa verde heredada de Pablo, su padre, abre la puerta de su casa y casi de manera inmediata comienza a hablar sobre un nuevo producto natural destinado a solucionar los problemas de mortalidad de sus terneros a raíz de un virus que genera una diarrea fulminante en los bovinos.
Innovación
No obstante, a medida que avanza en la conversación -desarrollada en su terraza rodeada de arbustos- detalla el éxito que tuvo con este producto creado por estudiantes santiaguinos, pero luego comienza a dar luces de otra investigación que él viene realizando hace cinco años y que busca igualar los componentes que posee la leche Purita y Purita Mamá fabricados en laboratorios de plantas lácteas, con el objetivo de distribuirla en los más de 300 recintos de salud primarios públicos del país.
Lo curioso es que esta investigación no partió con este objetivo, sino que comenzó como una forma de mejorar sus niveles de ingreso de su lechería, ya que la industria láctea paga por los sólidos que contiene la leche (grasas y proteínas).
Como buen médico veterinario graduado en Ciencias Pecuarias sabe que la calidad del producto se puede mejorar con una buena alimentación del animal.
A partir de ello comenzó a trabajar con los gérmenes (flora microbiana del rumen) que hay en el sistema digestivo de los rumiantes y que transforman el pasto y su celulosa en alimento.
Comenzó a actuar sobre estos gérmenes y desarrolló un complemento alimenticio que las vacas reciben mientras son ordeñadas, que nutre cierto grupos de bacterias. Eso permitió aumentar el contenido de grasa y de proteína en la leche importante para el crecimiento y desarrollo de las personas. Todo, asegura, de forma natural.
Además de hacer el análisis proximal de la leche, también efectuó un perfil lipídico y logró aumentar en un 300% el contenido de omega 3 y 6 de la leche. Dichas concentraciones no sólo potencian la maduración y el crecimiento cerebral y retiniano del niño, sino que intervienen en los procesos de inflamación, coagulación, presión arterial, órganos reproductivos y metabolismo graso.
La investigación la ejecutó en tres predios distintos con tres razas diferentes (jersey, overo negro y colorado) y obtuvo resultados muy similares. El proceso lo patentó con las siglas MMS, que significan Mario Momberg Soriano.
Actualmente está siendo validado por la Universidad de Santiago (Usach) y cuenta con el financiamiento de InnovaCorfo.
Prácticamente la investigación está concluida en su fase teórica, ahora queda la industrial, es decir, tomar la leche, pasteurizarla y fabricar yoghurts, queso, mantequilla y ver si pierden sus propiedades una vez envasadas.
También están analizando si los omega se destruyen o disminuyen con las temperaturas de las cajas UHT al someterse a altas temperaturas por un periodo de tiempo determinado, aunque “ya está comprobado que no se destruyen, pero eso debe ser validado por una universidad a través de sus laboratorios”, aclara.
Aporte alimenticio
Esta leche tendrá las mismas características nutritivas de la leche Purita y Purita Mamá creada de manera artificial por el doctor Fernando Monckeberg -elegido como el Premio Nacional de Medicina 2012-, producto que combate la desnutrición infantil y disminuye los niveles de mortalidad infantil.
Si bien hace 50 años el Ministerio de Salud desarrolla un proceso de alimentación a la población de mayor riesgo social, la calidad de la leche ha permitido, en un proceso de 30 años, que se aumente la estatura promedio de los chilenos en 11 centímetros; no obstante, en las mujeres, además, se generó un aumento de peso, causando a la larga un incremento de obesidad infantil por la mayor concentración de lípidos grasos (grasa).
“Esa leche generó un muy buen desarrollo de las personas, no obstante, al detectarse el problema de obesidad infantil, se comenzó un proceso para descremarla y se sustituyó por aceite de linaza (rica en Omega 3 y 6, componentes que hacen que las personas no engorden) a través de los laboratorios del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (Inta) mediante procesos industriales”, dice Momberg.
En tanto la leche que está produciendo este osornino posee los componentes de Omega 3 y 6, además de ácido graso conjugado que tiene la facultad de saciar el hambre y en parte disminuir la incidencia de la obesidad.
Frente a ello, asegura, es importante ver la calidad de los ácidos grasos que una persona consume, porque si la sangre y las células son muy robustas no permiten el ingreso de los alimentos y produce hambre convulsiva (ansiedad).
Por lo tanto, esta leche a la larga permitiría bajar los índices de obesidad infantil del país. Según un informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde), el 27,1% de las niñas y el 28,6% de los niños entre 5 y 17 años superan la talla correspondiente a su edad, lo que ubica a Chile como la sexta nación más afectadas por la obesidad en el mundo, ya que consumimos más nutrientes, calorías y grasas que las que gastamos.
El objetivo de este productor es que la industria láctea use este tipo de leche y la comercialice, pero, por sobre todo, “mi sueño es que llegue el Servicio Nacional de Salud y me diga ‘nosotros queremos una leche así para distribuirla en los consultorios de salud público”, remarca Momberg.
Si bien el Ministerio de Salud cambió algunos concentrados de la leche Purita para bajar la obesidad, a través del descremado artificial. No obstante, este proceso le quita vitaminas liposolubles, vale decir, que son solubles en grasas y ricas en vitaminas importantes como la A (ayuda a la formación y al mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos, membranas mucosas y piel sano), D (ayuda al cuerpo a absorber el calcio) y E (antioxidante que protege el tejido corporal).
Además de ello, este proceso genera que los Omega 3 y 6 queden con olor a pescado, porque al someterse a este proceso químico se oxidan, mientras que la leche producida de manera natural en praderas de Osorno no se oxida y es más agradable en olor y sabor.
Y es que si bien los ácidos grasos (omega) se obtienen de manera natural a través de la carne de pescado, el consumo de estos productos es bastante bajo en nuestro país. El Estado intenta suplir esta falencia con leche que contenga Omega 3 y 6 generado de forma artificial, ya que esta sustancia permite el desarrollo intelectual y “un país no puede desarrollarse sin inteligencia”, remarca Momberg.
En definitiva, lo que pretende hacer este osornino es que es los niños y las mujeres en periodo de gestación reciban nutrientes, vitaminas y ácidos grasos que el cuerpo necesita para mantener un peso ideal y con un intelecto desarrollado.
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