No pasaron más de cuatro meses y la relación entre los productores lecheros y la industria procesadora vuelve a tensionarse. Nuevamente el precio que establecen las plantas por la leche fresca vuelve a caer, en esta ocasión, hasta en 30 pesos por litro en un contexto donde los agricultores aseguran que las condiciones de mercado permiten no sólo revertir la medida (término bono invernal), sino que incluso incrementar el precio pagado a productor.
Juan Horacio Carrasco, presidente de Fedeleche y máximo representante de los productores de leche del país advierte que “hoy existe un sentimiento de ofuscación y profundo malestar entre nuestros productores. No se entiende por qué a pesar de la sistemática e histórica alza de los valores del mercado lácteo, en Chile esta tendencia no se verifica, más bien todo lo contario, actualmente miles de productores se ven enfrentados una baja dependiendo la planta con la cual operan”.
Según las estadísticas del gremio lechero, las variaciones de precios que se registran entre septiembre de 2012 y el presente mes evidencian que el precio de la leche en polvo entera (LPE) -en el marco de los remates de Fonterra – se ha incrementado un 68,2% y un 35%, para la leche en polvo descremada (LPD). Asimismo, en Europa, para los mismos productos, se registran alzas de un 24,4% y de un 29,5%, en tanto, en Oceanía, reflejan un aumento de 55,7% y 40,6%, respectivamente.
“Claramente los precios de los productos lácteos son mejores que hace un año atrás, pero en Chile, producto del accionar de las plantas, no se sigue ese comportamiento y al iniciar la temporada de primavera se puede llegar a registrar, incluso, una baja de hasta 30 pesos por litro, mientras en otros países como Nueva Zelandia, Uruguay, Brasil y Argentina, el precio que recibe el producto va en franco incremento. No comprendemos la decisión de la industria en este contexto, cuando además queda de manifiesto el gran desacople entre los precios internacionales y lo que recibe el productor a nivel local (ver gráfico 1)”, manifiesta Carrasco.
Añade que otro factor que debe considerarse en esta ecuación, es el incremento del precio del dólar, el cual en el mismo período registra un aumento de 8,1% de $471,7 a 510 pesos.
“Esto permite que el retorno de las exportaciones sean mayores y se amplié el margen de las empresas, además de desincentivar las importaciones, lo que debe ser percibido como beneficio por los productores”.
Gestiones
El presidente de Fedeleche asegura que se ha planteado formalmente la inconformidad de los productores a raíz de esta decisión de baja, la cual afirman, contraviene cualquier política de desarrollo sustentable del eslabón primario.
“La inconsistencia del discurso público de las empresas, el de apoyar decididamente un desarrollo sustentable y de largo plazo de la actividad lechera, se contrapone con la realidad que hoy verificamos”, sostiene Carrasco.
De hecho, agrega que, “el remate continuo de distintos planteles lecheros a lo largo del país es un tema que inquieta, puesto que refleja la baja rentabilidad que obtiene los productores por su producción, reduciendo tanto su número, como la masa ganadera en forma importante, especialmente, en el estrato de pequeños y medianos productores, lo que atenta contra el potencial productivo y tiene al sector actualmente sumido en un escenario de estancamiento”.
En efecto, de acuerdo al Censo Agrícola del año 2007, la masa bovina en Chile llegaba a 3,7 millones de cabezas, de las cuales 500 estaban destinadas a la producción lechera, hoy estas cifras han caído y bordean los 3 millones de ejemplares, con unas 4oo mil vacas destinadas a la elaboración de leche.
Dado este escenario, el líder gremial espera que “la industria recapacite en su accionar y sea consistente no sólo con las actuales condiciones de mercado, sino además con su discurso público relativo a fomentar y apoyar un mayor desarrollo lechero nacional, no castigando a sus proveedores, considerando la coyuntura y expectativas del mercado, con valores que superan los US$ 5.000 la tonelada de forma permanente, con un mercado interno que muestra un consumo al alza respecto de años anteriores”.
Factor lluvias
La prolongación e intensidad de las lluvias principalmente en la zona sur del país a obligado a mantener el uso de suplemento alimenticio, lo que significa, en definitiva, mayores costos para los productores, advierte Carrasco, quien cree que la industria debe considerar este factor al momento de definir el precio de la leche.
Por otro lado, llama a no olvidar que la producción lechera tiene una impacto muy importante y es un motor de desarrollo, especialmente, para algunas zonas del país, por lo tanto, cada peso que deja de percibir un productor será menor capital circulante para la industria auxiliar, transporte, comercio y sobre todo las miles de familias, que viven de esta actividad, sentencia el presidente de Fedeleche.
La voz regional
En regiones la incertidumbre y el malestar es evidente. Al respecto Juan Pablo Aruta de Aproleche Bío – Bío, dijo que “el mercado internacional de los lácteos se ha mantenido durante mucho tiempo con precios históricos y en el ámbito doméstico las ventas también están en los niveles más altos de la última década. Y el escenario de corto y mediano plazo se observa muy estable bajo estas mismas condiciones”.
En tanto, Aproleche Araucanía, Rodrigo François, sostuvo que “provoca extrañeza que cuando se analizaron todas las condiciones para conseguir un aumento de precio para la temporada de invierno, uno de los compromisos fue que nos íbamos a reunir con la industria antes del inicio de la primavera para analizar lo qué estaba pasando y claramente con esta situación volvimos al trato unilateral”.
Edgardo Zwanzger de Aproval leche cree que “las industrias deben ajustar sus pautas de pago y traspasar estos “bonos invernales” al precio base de la leche, con el fin de ponerse en línea con lo que está ocurriendo en otros referentes lácteos relevantes y dar una señal que permita recuperar el dinamismo perdido por la producción local”.
Para Dieter Konow, Aproleche Osorno “todos los países relevantes del mundo productivo ya reflejaron correspondientes alzas a sus productores, traspasando parte de sus ganancias por la excelente condición del mercado actual. Por tal razón, hoy más que nunca el precio debiera subir y no bajar”.
Por último, Eduardo Schwerter de Agrollanquihue afirmó que los productores están preocupados, ya que “o ven la intención de la industria de traspasar los beneficios de una coyuntura favorable, lo que ha sido considerado por muchos, con justa razón, como un beneficio unilateral, que termina perjudicando el crecimiento y desarrollo de la actividad productiva lechera. Existe margen para mejorar la situación del productor”.
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