Chile: Demanda creciente, pero futuro complejo

Se estima que el potencial de crecimiento es muy atractivo, pero no todos podrán sobrevivir en un rubro que tiende a la concentración.
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Se estima que el potencial de crecimiento es muy atractivo, pero no todos podrán sobrevivir en un rubro que tiende a la concentración. Asociatividad, calidad e incorporación de tecnología e innovación son parte de las fórmulas para seguir existiendo.
Complicado se ve el panorama lácteo para lo que queda del año. Con precios internacionales que caen, una oferta creciente y una demanda restringida, el pronóstico de los expertos es que la situación seguirá complicada, al menos hasta el inicio del 2016.
Pero el panorama no es tan oscuro.
De acuerdo con los expertos, la leche tiene un potencial de crecimiento atractivo: alimentar a los 9,5 billones de personas que habrá al 2050, y solo en términos lácteos, implicaría que la producción lechera «aumente en 58%. La proyección de la FAO OCDE es que los principales productores solo lo harían en 7% en 2023», dice Jaime Castañeda, vicepresidente senior de Política Comercial del Consejo de Exportación de la Leche de Estados Unidos (Usdec, por sus siglas en inglés) y presidente de la Asociación de Productores de Estados Unidos, quien participó recientemente en Chilelácteo 2015, en Valdivia.
Pero a pesar de ese potencial, no todos lograrán sobrevivir. Lo que ocurre, indican los diversos analistas, es que el rubro está cambiando a nivel global y solo continuarán los que consigan mejores economías de escala, incorporen tecnología y diversificación. La clave, entonces, sería eficiencia, asociatividad y foco en las nuevas necesidades de los consumidores.
UNA LECHE ESPESA
Tras vivir en 2013-2014 un período de precios altos, empujados por la demanda de China, los productores lácteos y la industria global invirtieron, apostando a que el país asiático seguiría comprando fuerte.
De acuerdo con la información del Consejo de Exportación de la Leche de EE.UU., el crecimiento de producción en 2014, solo de los cinco mayores exportadores globales fue de 3,7%, con Europa y Estados Unidos como los líderes, seguidos por Nueva Zelandia, Australia y Argentina.
Sin embargo, hacia fines de 2014 China comenzó a restringir su demanda, pues tenía un sobrestock que consumir. A ello se sumó la disminución de las importaciones de Rusia. Así, el volumen mundial partió en 2015 con una sobreproducción que no tenía ya el mercado. El resultado era inevitable: los precios internacionales de la leche y sus principales productos cayeron.
Ante el abrupto descenso de la demanda, los principales productores mundiales intentaron frenar la producción, pero la apuesta ya estaba hecha.
De acuerdo con los datos del Rabobank, si bien la producción de los siete principales productores globales tuvo un crecimiento lento entre febrero y abril de 2015, de solo 1,1% promedio, en abril volvió a dispararse llegando a 3,3%.
Desglosado por zonas productivas, Nueva Zelandia es la que tiene mayor crecimiento. Si bien venía con una producción de menos 0,4%, producto de la sequía, con las lluvias de abril se recuperó y creció en más de 8%, de acuerdo con lo que habría informado Fonterra. En Estados Unidos, a la misma fecha la producción era 1,2% superior a la del mismo período del año anterior, «estimulado por la caída del precio de los alimentos, lo que compensa el menor valor de la leche», explica Castañeda.
La Unión Europea, en tanto si bien tuvo una caída de 1,2% de la producción respecto del año anterior, se estima aumentaría (de hecho en abril habría crecido en torno a 0,8%), con aumentos importantes en Irlanda (14%), Polonia (4,25), Reino Unido (1,5%) y Holanda (1,2%), según la información del especialista del Usdec. Está por verse como afectará a la producción en el mediano plazo la eliminación de las cuotas y el de la depreciación que ha sufrido el euro. Las proyecciones de Rabobank indican que esto podría implicar un alza por sobre los 2,3 billones de litros que tenían proyectados inicialmente.
En abril, Argentina y Brasil presentaron aumentos de 5,5 y 2% respecto de igual período de 2014.
EL FENÓMENO CHINO
Desde hace ya algunos años que China viene apostando fuerte a aumentar su producción interna. Detrás de esto está, por ejemplo, la compra de vaquillas chilenas, como una forma de mejorar la genética local.
Y si bien el país venía con un crecimiento de la demanda interna fuerte, que motivó en parte que salieran a comprar leche en el mercado internacional, desde fines de 2014 el consumo local pareció detenerse, a pesar de las políticas internas para reactivarla. Ello ha significado que si bien están consumiendo el stock de producto importado, hasta ahora no hn reactivado sus compras internacionales, pues se están abasteciendo de la producción interna, aun cuando pueda ser más cara que la internacional.
Sin embargo, el informe del Rabobank plantea que los bajos márgenes para los productores locales está llevando a que el mercado se estabilice.
GRIS MEDIANO PLAZO
En el mediano plazo el panorama no sería tan oscuro, de acuerdo con los analistas.
Tal y cómo lo señaló Castañeda, en su presentación «Que debemos esperar de la lechería mundial», seguirán siendo factores claves lo que ocurra con la demanda China y la prohibición rusa de importación desde la Unión Europea, a lo que inevitablemente se sumará el dólar, que en los últimos meses ha tenido un claro repunte. A todo lo anterior ahora se suma la incertidumbre que agrega a la economía mundial la situación de Grecia.
En términos de la oferta, también habrá que ver qué ocurre con el clima y su impacto en los países productores, donde podría jugar a favor del precio al impactar negativamente la producción y de esa forma disminuir el excedente. Pero, de todas formas, lo que está claro es que en la actualidad el mundo sigue produciendo más leche que la que se necesita. Y el pronóstico es que, al menos este año, la producción seguiría creciendo, aunque lento: en 1,6% o unos 875 millones de litros en el segundo semestre según Rabobank.
¿Y EL FUTURO DE LA DEMANDA?
«Usando la lógica, la industria láctea tiene un futuro prometedor, pero no todo será color de rosa. No todos podrán sobrevivir. Hay que tener claro que la demanda va a existir, pero no a niveles exorbitantes», Castañeda.
Entre los factores que lo impulsarían esta la creciente aparición de una clase emergente que con mayores recursos incorpora la proteína láctea a su dieta; el aumento de la urbanización; la preocupación por la salud y la seguridad alimentaria, los incentivos y los programas estatales que buscan aumentar el consumo al interior de los países.
En un sector con nuevas exigencias y cada vez mayor competencia, la tendencia es a la concentración de la producción al interior de los países, con una creciente disminución del número de vacas, con un aumento de la producción. Según señala Castañeda, el número de vacas caería en 58%, en tanto la producción en libras aumentaría en 65%.
Se volverá esencial entonces aprovechar mejor la tierra disponible. Y para ello el foco está más allá que los animales. «Se vuelve esencial mejorar la productividad de los granos en tierras marginales en los países en desarrollo. Eso pasa por vencer la resistencia a incorporar tecnología de semillas, que es una barrera para conseguir una mayor productividad», plantea Castañeda.
A nivel global surgen iniciativas como la «Plataforma Global Láctea (Global Dairy Platform), formada en 2006 con el objetivo de buscar alternativas para el futuro del sector y la producción láctea, y de la que actualmente son miembros la mayor parte de las agrupaciones de productores e industriales de la leche, e incluso organizaciones gubernamentales de distintos países. Es a partir de allí que trabajan, entre otras cosas, en dar al sector un marco que le permita un desarrollo sustentable.
«Lo que estamos intentando hacer es contar con un marco que otorgue una mayor coherencia y ofrezca una guía de acción tanto a nivel individual como colectivo, al tiempo que buscamos acercamientos innovadores para obtener la sustentabilidad de los predios lecheros, obteniendo competitividad económica», plantea Donald Moore, director ejecutivo de la plataforma.
Dentro de ese ámbito establecieron 11 criterios que apuntan a problemas claves que surgen desde el sector.
Quizá uno de los más importantes es el impacto que la ganadería provoca en el medio ambiente, por la liberación de gas metano. De ahí que uno de los compromisos en que se viene trabajando es precisamente buscar fórmulas que permitan disminuir ese impacto. «La idea es que las emisiones de gases de efecto invernadero sean identificadas y reducidas a lo largo de toda la cadena, a través de todos los mecanismos económicamente viables. Todo esto porque está claro que la sustentabilidad es también un buen negocio», plantea Moore.
EL FOCO INDUSTRIAL
Está claro, entonces, que la demanda existirá, solo que probablemente sea distinta a la que hasta ahora se conoce.
Por ello, es clave identificar cuáles son los desafíos que se vienen por delante y responder a ellos, especialmente desde el punto de vista de la industria, que son los llamados a entregar a los consumidores los productos que demandan.
«Reconocer la importancia de los mercados de exportación y enfocarse a producir lo que el cliente desea. También aprender a producir segmentado, capitalizando el valor nutritivo de productos lácteos que respondan a los nuevos requerimientos, desde la población infantil hasta la de la tercera edad, considerando también productos específicos para distintos grupos, como por ejemplo los deportes. También es clave tener un compromiso a largo plazo con las exportaciones y la producción, independiente de la volatilidad de los precios», explica.
Desde esta perspectiva, el especialista de Nielsen, Gonzalo de Diego, plantea que el desafío de la industria es cómo segmentar la producción para enfocarse a producir las nuevas necesidades de la población.
«Es importante considerar los cambios sociodemográficos que se están dando en el mundo, como la disminución de los nacimientos, lo que significa cada vez menos número de hogares con niños, y el aumento de una población envejecida, a la que se agregan nuevas migraciones, lo que impone el crecimiento de lo étnico. Todo esto implica nuevos perfiles de gasto por hogar. Un factor que hay que incorporar también es el creciente aumento de las mascotas, que también tienen una demanda propia», explica De Diego.
Así surge toda una nueva área a la que hay que enfocarse, como es la creciente demanda por productos saludables, lights, funcionales, premium y «hay que pensar mucho en la generación de productos que respondan a los requerimientos de hogares unipersonales», plantea el especialista de Nielsen.
Para ello resulta clave capitalizar en «el valor nutritivo de los productos lácteos para proveer los requerimientos del mundo», recalca Castañeda.
En este camino la tecnología tiene un rol fundamental, ya que la instalación de nuevas plantas pensadas en el futuro, pero que la industria tenga una mirada de largo plazo donde «exista un compromiso claro con la producción y la exportación. Acá lo que hay que hacer es trabajar en conjunto», dice el especialista.
«Para sobrevivir hay que dejar de ser ganaderos y «empezar a ser empresarios… pero lo más importante es que la unión hace la fuerza»
JAIME CASTAÑEDA,
CONSEJO DE EXPORTACIÓN DE LA LECHE DE EE.UU.
Patricia Vildósola Errázuriz
Reportaje
El Mercurio
http://www.economiaynegocios.cl

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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