Chile: Anticipan difícil invierno para los #lecheros

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En la zona sur, donde se procesa más del 75% de la leche fresca, la disminución de precipitaciones, sobre todo durante la última etapa del año pasado, marcó un período complejo para la producción de leche. Por ejemplo, según datos entregados por la red de estaciones climáticas de INIA, entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre de 2013, Osorno tuvo precipitaciones del orden de 209,3 mm, 27,2% inferiores a lo registrado en 2012, y 32% menores a un año normal.
La escasez hídrica se traduce en una importante baja en la producción de forraje, que es utilizado normalmente en los predios, pero también como excedente o alimento suplementario para períodos de escasez, sobre todo en la temporada de otoño-invierno. Por lo tanto, la situación de primavera y verano de la temporada anterior augura dificultades para los próximos meses. Y si a esto se suma el impacto que en el sector ha tenido el precio de la leche pagado a productor, que según los lecheros, no refleja el valor internacional, el panorama para los productores es complejo.
«Es muy posible que este año los productores sufran una merma importante en excedentes forrajeros, lo que traerá consigo un incremento de los costos de producción y una reducción en la producción de leche; por lo tanto, el clima es un factor que incide en el ámbito productivo y en el económico, pudiendo ser un panorama para la actividad muy complicado por la actual relación entre precio de la leche fresca y los costos de producción», advierte el presidente de la Federación Nacional de Productores de Leche (FEDELECHE), Juan Horacio Carrasco.
El tema preocupa también al Consorcio Lechero. El 18 de marzo, en el Seminario Internacional Lechero del Biobío, que se realizará en la ciudad de Los Ángeles, analizarán aspectos para lograr una mayor eficiencia en la alimentación. «El alimento representa más del 60% de los costos de producción, por lo que cualquier variación o coyuntura impacta directamente en la competitividad. No es posible cambiar las variables climáticas, pero sí debemos avanzar en herramientas tecnológicas que permitan prever mejor estos escenarios, de modo de aprovechar correctamente este recurso. Una sequía impacta también en la condición corporal del rebaño, golpea su fertilidad y complica reproductivamente», afirma el gerente general del Consorcio Lechero, Sebastián Ganderats.
Ganderats comenta que en regiones de la zona central, la producción disminuye por distintos factores, no solo por la sequía. En esa zona los reservorios de aguda deben competir con otras actividades económicas. «Para nosotros, la producción de alimentos debiera ser una prioridad país. Un tema a revisar será el rendimiento de los maíces en dicha zona, factor clave en lecherías de raciones balanceadas y que sustentan la alimentación en esas zonas».
La situación afecta directamente la recepción lechera agregada de las regiones IX , XIV y X, que solo se expandió 2,7% en el último año móvil, siendo que las expectativas apuntaban a 4% al inicio de primavera.
«Esta diferencia entre el crecimiento esperado y el observado se explica parcialmente por esta coyuntura climática que hemos experimentado en estos últimos meses. Las menores precipitaciones han restringido el desempeño forrajero basado en sistemas eminentemente de secano, con implicancias de corto plazo, limitando el aporte de pradera en la dieta animal y, a mediano plazo, en la producción de excedentes a conservar para el período otoño-invierno», precisa Ganderats.
Añade que «en paralelo también está sucediendo en forma subyacente que a medida que se han ido intensificando los sistemas pastoriles de producción de leche, dado el aumento de carga animal, por ejemplo, los umbrales de tolerancia se vuelven más críticos, lo que hace que estos fenómenos tengan consecuencias cada vez más notorias. A su vez, esto redobla la necesidad de innovación y transferencia tecnológica».
Confía en que marzo traiga precipitaciones, pero «si esto no ocurre, los productores deberán recurrir a forrajes conservados en forma prematura o tendrán que adquirirlos».
Carrasco, en tanto, explica que la menor disponibilidad de recursos hídricos en la zona centro sur ha significado a los productores recurrir a fuentes alternativas para abastecerse de agua. «La perforación de pozos ha sido una opción para encarar este escenario, redundando inevitablemente en un aumento de los costos para producir leche».
Cómo enfrentar la emergencia
Frente a este escenario, la Asociación Gremial de Productores de Leche de Osorno (Aproleche Osorno) entregó una serie de recomendaciones para enfrentar la de escasez de forraje durante el próximo invierno.
El valor de transacción de los bolos de pradera y los bolos de paja se incrementaron en 36% y 200%, respectivamente. Ante esta situación, la planificación es fundamental, señalan. De ahí la importancia de realizar anticipadamente el balance forrajero, ya que de esta forma podrán dimensionar y evaluar la escasez de forraje. También es importante clarificar la demanda real de alimento en invierno, para cuantificar la demanda diaria y mensual del total del rebaño.
Aconsejan planificar las siembras de fines de verano y utilizar los potreros que tengan praderas viejas de baja productividad para sembrar cultivos «pastoreables» en invierno, como pueden ser siembras asociadas de avena-ballica, raps forrajero, coles forrajeras, etc.
También ven importante que los productores se anticipen a los altos precios de los forrajes en invierno y por ello inviertan hoy. Si se logra cuantificar la cantidad demandada, puede ser un buen negocio comprar alimentos conservados hoy, señala Aproleche.
Dentro de los manejos de los animales, desde el sector creen que debe analizarse detenidamente el secado anticipado de vacas en producción, la venta de animales menos productivos, la venta de animales que no son fundamentales para el desarrollo inmediato del plantel y, junto con ello, evaluar la disminución del tamaño del rebaño para la próxima temporada. Esto último, fundamentalmente ante la difícil situación de precios del litro de leche que se proyecta para la próxima temporada.
Más allá de la limitante de los costos, el Consorcio Lechero sostiene que en el sur de Chile el riego en las praderas debiera ser analizado en profundidad.
«Es una herramienta estratégica que permite avances en producción y sostenibilidad de la pradera, recurso sobre el que se sustenta la mayoría de las lecherías de la zona sur».
«Su implementación permite atenuar la sequía estival, en que a veces basta una semana de altas temperaturas para provocar mortandad de plantas en la pradera. El riego permite mantenerla productiva y llegar a otoño en mejores condiciones», comenta Ganderats.
Añade que, de la misma forma, el uso de cultivos forrajeros suplementarios permite bajar la presión sobre las praderas en verano, además de entregar cantidades importantes de materia seca. Sin embargo, ello requiere alertar con tiempo al productor para que haga las siembras a tiempo y se prepare.
Nota completa:  http://bit.ly/1qpoxf6
Fuente: Revista del Campo

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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