El abogado de los productores lecheros, Ernesto Ravera, señaló que más allá de decisiones poco afortunadas, hubo dolo en las actuaciones de los hermanos Meyer, por lo que estarían preparando una querella criminal.
En todo un dolor de cabeza se ha transformado la quiebra de la empresa Mulpulmo. Luego que el pasado 18 de abril el Segundo Juzgado de Letras decretara la quiebra de la firma por la deuda de 3 mil millones de pesos, en los últimos días el panorama no ha mejorado para los acreedores debido a que la empresa no ha colaborado en la entrega de los documentos contables, lo que ha complicado la gestión del síndico Patricio Jamarne.
A juicio del abogado de los acreedores agrupados en Aproleche y Agrollanquihue, Ernesto Ravera, esta actitud de la compañía demuestra que ésta estaba orientada a perjudicar a los acreedores y trabajadores, basado en que no sólo hubo decisiones poco afortunadas, sino que también dolo.
Por este motivo anunció que en los próximos días interpondrá una querella criminal en que incluso esperan la intervención de la Superintendencia de Quiebras. Un panorama complejo para los dueños de la empresa quienes podrían llegar a tener que responder incluso ante la justicia penal por este presunto fraude.
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