Una docena de mujeres fundaron el centro de acopio de leche Delicias Los Lirios para producir queso, cuajada, crema, yogur, quesillo y requesón.
Vestida con un atuendo de color blanco, incluyendo las botas, el gorro y el tapaboca, Martina Lira Andrade, de 32 años, exprime en una manta blanca el sustrato que ha surgido de los 240 litros de leche que acopiaron en el día.
Mientras otras dos mujeres, vestidas como ella, están amasando la sustancia en unas panas hasta formar las pelotas ovaladas de cuajada que higiénicamente ubican en una mesa con encimera de metal inoxidable.
Es la nueva actividad económica, que las 12 mujeres asociadas a la recién constituida Cooperativa de Servicios Agropecuarios “Fuente de Bendición, 25 de Noviembre”, acaban de inaugurar en la comarca Los Lirios, sobre la vía principal adoquinada hacia San Juan de Río Coco, en kilómetro 2016. Tiene el nombre de Centro de Acopio y Procesamiento “Delicias del Norte”.
“A mí me ha gustado afanar con la leche. En mi casa compraba mis poquitos de leche y me ponía a sacar cuajada para ganarme unos 30 córdobas diarios para ajustar en la comida de mis tres hijos”, expresó Lira Andrade.
Un empleo más en la familia
Para ella, las cosas cambiaron cuando con otras mujeres vecinas que realizaban su misma labor, iniciaron a tejer la idea de asociarse para contar con unas instalaciones propias para acopiar y procesar leche de la zona, y de esta forma, elaborar la cuajada y otros productos como el queso, quesillo, crema y yogurt.
Agregó que una vez que la idea les dio una visión económica y que sus maridos, algunos de ellos pequeños ganaderos, les ofrecieron el apoyo, buscaron un organismo de cooperación que les financiera el proyecto.
“Así encontramos Progresa, CRS y Asdenic que apoyaban a los ganaderos de la zona, y nos dieron las capacitaciones, y así aprendimos a descremar, producir los quesillos y los yogurt, que antes ni idea tenía sobre cómo se hacía”, añadió Lira Andrade.
Dinora Melgara Zavala, otra de las mujeres jóvenes de la cooperativa, expresó con tono de orgullo que todas pusieron una contraparte que fue de C$36,000 para comprar el terreno, donde se levantó la infraestructura, dotada de los instrumentos básicos y modernos para procesar los lácteos.
“Antes, solo mi marido aportaba los ingresos en la casa. Ahora también lo haré yo. Apenas ganamos 100 córdobas diarios, porque apenas arrancamos con 50 litros, hoy procesamos 240”, dijo, esperanzada que la empresa crecerá con éxito para que las 12 mujeres tengan mayores ingresos para sus familias.
Abunda la leche
Según Esperanza del Socorro Hernández Calderón, presidenta del colectivo, proyectó que con la entrada del invierno, procesarán entre 800 y mil litros diarios de leche, que les abastecerán 20 pequeños ganaderos que practican el ordeño limpio en la zona.
Dijo que la abundancia de leche en la temporada de invierno es lo que también motivó pasar a la transformación y al valor agregado. “Cuando la producción está en el pico, los ganaderos no hayan para dónde darle a la leche, y la venden hasta en C$ 6 el litro”, indicó.
La inversión siguiente será en un parador para ofrecer a los viajeros que transiten por la carretera de Telpaneca a San Juan de Río Coco, alimentos lácteos como frijoles cocidos, cuajada, queso y crema con tortillas.
Salvador López, coordinador del proyecto por parte de la Asociación para el Desarrollo Social de Nicaragua (Asdenic) que provee asistencia técnica a las mujeres dijo que están en la etapa de identificar mercados locales, departamentales y regionales.
Consumidor debe reconocer la calidad
Agregó que las perspectivas de crecimiento son alentadoras, ya que con el apoyo de Catholic Rielef Services (CRS) y del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, 75 productores de la zona se han capacitado para el desarrollo de la ganadería libre de enfermedades y practiquen un ordeño limpio. “Han sido dotados de un kit de herramientas, picadoras de pastos y trastes inoxidables para el ordeño”, detalló.
Por su parte, Anne Bousquet, representante de CRS, dijo que ya no será cualquier producto el que ofrecerán las mujeres. “Tiene un valor agregado, una certificación de que su producto es limpio para el consumidor. El consumidor tiene que reconocer y a veces pagar un mayor precio como un premio para estas mujeres”, expresó.
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