Entre enero y noviembre del 2015 la industria acopió 137.10 millones de galones de leche, volumen superior a los 129.82 millones acopiados durante los 12 meses del 2014, detallan las estadísticas del Banco Central de Nicaragua.
Autoridades del Gobierno de Nicaragua se muestran sin preocupación por que la empresa mexicana, Lala, se haya convertido en la principal acopiadora de leche en el país, tras la compra de la empresa La Perfecta y de Eskimo en diciembre de 2014. Pese a que los gremios productores han denunciado una supuesta reducción en el precio de compra de la leche de entre 25 centavos y 1 córdoba por litro.
Orlando Solórzano, titular del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific), afirma que él no tiene ningún temor, “más bien yo veo una estructura productiva capaz de desarrollarse en el país hacia afuera, que incremente las exportaciones”, refirió.
Y en cuanto al precio que supuestamente la mexicana está comprando la leche a los ganaderos, Solórzano dijo que ese aspecto depende de la relación comercial entre industriales, productores y agropecuarios.
En las últimas semanas diversas cooperativas confirmaron la reducción del acopio de entre 2,000 y 4,000 litros diarios de leche y además temen que la empresa se convierta en un monopolio en el país.
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QUIEREN POSICIONARSE
Para Javier Chamorro, director ejecutivo de la Agencia de Promoción de las Inversiones y Exportaciones (ProNicaragua), la idea de la mexicana Lala es aumentar el acopio y por ende las exportaciones del país para proveer a nivel de Centroamérica y posicionarse.
“Aquí en Nicaragua contamos con legislación de competencia y se controlan los monopolios y en ese caso existe legislación contra ellos. Por lo menos lo que nos han compartido como parte de su estrategia es que no harán provecho de su posición de mercado, sino que pretenden convertirse en un socio para Nicaragua y hacer crecer la producción y exportaciones”, explicó Chamorro.
Posición dominante
Para Agustín Jarquín, exdiputado, si bien la atracción de inversión extranjera directa aporta al crecimiento del país y empleo, no es sano, ni para los productores de insumos ni para los consumidores, que una empresa logre una gran concentración productiva y asuma una “posición dominante” en el mercado correspondiente.
“Eso elimina la economía de mercado, ya que dará el poder para decidir a qué precios comprar su materia prima y a qué precios venderle sus productos y sus servicios a los consumidores”.
En esta situación Jarquín considera que tanto productores y consumidores son prácticamente rehenes de la empresa que asuma esa posición dominante.
“Yo no tengo esos temores que hablan (ganaderos), lo importante aquí es cómo ese aumento en el acopio nos ayude a crecer, venderle más y que nuestra leche se venda en el exterior”. Orlando Solórzano, ministro de Fomento, Industria y Comercio.
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